El primer ministro de Turquía, Ahmet Davutoglu, afirmó ayer que el grupo yihadista Estado Islámico (EI) es el principal sospechoso del sangriento atentado del sábado en Ankara, que provocó la muerte de al menos 97 personas.
En su primera entrevista desde el atentado en la capital –el peor de la historia de Turquia–, Davutoglu confirmó que, pese a esta matanza, las elecciones legislativas serán el 1 de noviembre, como está previsto.
'Dada la forma en la que se perpetró este ataque, consideramos las investigaciones sobre Daesh (acrónimo del EI en árabe) como nuestra prioridad', aseguró Davutoglu en una entrevista para el canal de noticias turco NTV.
En el doble atentado suicida del sábado, además del casi centenar de víctimas mortales, más de 500 personas resultaron heridas, de las cuales 65 siguen hospitalizadas en cuidados intensivos.
'Tenemos el nombre de una persona que nos orienta hacia una organización', dijo el primer ministro sin dar más detalles sobre la investigación.
En la mañana del sábado se registraron dos fuertes explosiones en los alrededores de la estación central de la capital turca, donde miles de militantes provenientes de todo el país, convocados por sindicatos, partidos de izquierda y ONG se preparaban para manifestarse a favor de la paz.
Davutoglu confirmó que las explosiones fueron causadas por suicidas.
Aunque señaló principalmente al Estado Islámico, Davutoglu no descartó la pista de un ataque de los rebeldes del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) o del Partido/Frente Revolucionario de Liberación del Pueblo (DHKP-C) de extrema izquierda, que calificó de 'sospechosos potenciales'.
'Es demasiado pronto para ser definitivo', insistió el primer ministro.
El atentado de Ankara reavivó la indignación contra el presidente islamo-conservador Recep Tayyip Erdogan y su gobierno, acusados por el principal partido prokurdo del país de no haber garantizado la seguridad de la manifestación.
También fueron acusados de reactivar el conflicto kurdo en vistas a las elecciones legislativas anticipadas.
El atentado fue condenado por la gran mayoría de los dirigentes del planeta, que expresaron su apoyo a Ankara.
La canciller alemana, Angela Merkel, anunció ayer que viajará el domingo a Turquía, en una visita centrada en la guerra en Siria, la crisis de los refugiados y la 'lucha contra el terrorismo'.
Redacción Agencias