Violencia, VIH/sida, fracaso escolar, exclusión y desigualdad, son obstáculos que enfrentan los jóvenes de Panamá, una población que en la próxima década llegará a su cúspide con 1,08 millones de individuos pero que, según analistas locales, carece del apoyo de políticas públicas para su desarrollo.
Un informe presentado esta semana por el Gobierno panameño y la ONU revela cifras abrumadoras: la primera causa de muerte de las personas de entre 15 y 34 años son los accidentes y la violencia (52,4 %), seguido en segundo lugar por las enfermedades por VIH/sida (12,63 %), de acuerdo a datos del 2013.
Por otro lado, de los 631 homicidios registrados en el país en 2014, el 50,55 % (319) fueron jóvenes de entre 15 y 29 años, la gran mayoría (303) hombres, de acuerdo a datos recogidos en el informe 'Juventud en cifras', elaborado por el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
El fracaso escolar llegó al 9,1 % de los estudiantes matriculados en premedia (séptimo a noveno grado) y media (décimo a duodécimo grado) en colegios públicos, y al 2,28 % en las escuelas privadas en 2013, cuando la deserción escolar fue del 3,64 % en esos niveles.
El desempleo de personas de entre 15 y 29 años alcanza el 11,8 %, el doble de la tasa del total de la población económicamente activa (5,2 %), según datos de 2015.
El 71,1 % de los nacimientos vivos (52.460) en 2014 correspondieron a mujeres de entre 15 a 29 años. Un total de 14.315 fueron de madres de entre 15 y 19 años.
'Los datos reunidos en este informe conllevan a afirmar que los jóvenes están particularmente afectados por las desigualdades y exclusiones sociales, en especial, en lo que atañe a la educación, la salud y el empleo', indicó en su conclusiones.
Hay que tener presente, añadió el estudio, que 'Panamá tendrá la mayor generación joven de toda la historia en la próxima década', con una proyección de 1,08 millones de personas con entre 15 y 29 años para 2025, 'lo que plantea un reto a las políticas públicas y a la sociedad en su conjunto'.
Para el investigador social Gilberto Toro, las cifras del informe revelan una situación que 'ha venido evolucionando en el tiempo' sin que el Estado y la sociedad del país centroamericano hayan sido capaces de 'reaccionar' a la misma velocidad de los hechos.
En conversación con Acan-Efe, puso como ejemplo la delincuencia juvenil: 'cuando yo empecé a trabajar el tema pandillas, en 1998, los pandilleros más jóvenes tenían 18 años, los mayores, hasta 32 años. Hoy, que sigo trabajando cuando se puede con esos grupos, los menores tienen 12 y 13 años y el mayor puede tener 25'.
'Y lo mismo que pasa con la pandilla pasa con la actividad sexual, con la conducta en general, pasa con el tema de tomar riesgos', en una generación que 'ya viene con una especie de adrenalina inyectada, que además se alienta con toda la parafernalia' comercial, 'que la impulsa a que tome riegos, incluso a jugar con la muerte', añadió.
En ese contexto 'pareciera que tanto el Estado como la sociedad civil no han tenido una capacidad de reacción, y la velocidad a que van es mucho menor que a la que viven nuestros jóvenes, que están viviendo a corto plazo porque están muriendo ya sea por sida, por accidentes de tránsito, por bala, por enfrentamiento', afirmó Toro.
El investigador exhortó a que tanto el Gobierno como los distintos entes sociales y las familias analicen los estudios, 'que sobran en Panamá, y diseñen y se aceleren los proceso para establecer y poner en práctica políticas' públicas que ayuden a la población joven, que está 'muy sola y espera ser apoyada'.
En ese sentido, el director de Programas y Proyectos de PROBIDSIDA, Ariel Muñoz, dijo a Acan-Efe que esa organización no gubernamental recomienda 'la implementación de una ley de salud sexual y reproductiva' que permita la integración 'urgente' de esta materia en la educación, como vía para combatir la fuerte incidencia del VIH/sida entre los jóvenes.
El más reciente proyecto de ley de educación sexual, presentado en 2014 y conocido como ley 61, sigue paralizado en el Parlamento panameño y genera gran controversia, especialmente entre grupos religiosos, que lo rechazan, y ONG y grupos sociales que piden su aprobación.
El Ministerio de Desarrollo Social dijo que el informe 'Juventud en Cifras' será soporte al Plan Estratégico Interinstitucional de las Juventudes que desarrolla el Ministerio de Desarrollo Social (MIDES), y contribuirá 'al mejoramiento de los procesos interinstitucionales en materia de juventud'.