Detrás de sus miradas se esconden historias, sentimientos y dolor.
Sus hermosos cuerpos fueron denigrados por personas pudientes que las explotaron sexualmente, cayendo en el calvario del negocio de la trata de personas.
Las autoridades panameñas en los últimos años están haciendo esfuerzos significativos para lograr erradicar este flagelo y este año ha quedado demostrado esto.
Delitos
La trata de personas es el tercer negocio ilícito más lucrativo para el crimen organizado, siendo un problema de alcance mundial y Panamá no escapa de esta realidad. La Fiscalía contra el Crimen Organizado del Ministerio Público (MP) ha detenido en lo que va del año a siete cabecillas de estas redes en cuatro operativos distintos realizados en la capital.
Estos explotadores se encargaban de traerlas de su país natal mediante engaños para luego publicitarlas a través de medios impresos y páginas web para convertirlas en esclavas del sexo.
A través de las ganancias de la explotación sexual los captadores de nacionalidades nicaragüense, venezolana y colombiana recibían grandes sumas de dinero al mes, que se gastaban comprándose autos muy costosos, pagaban su manutención, alquilaban apartamentos exclusivos para alojar a sus víctimas y les enviaban dinero a familiares de su país natal, así lo dio a conocer Rafael Baloyes, fiscal contra el Crimen Organizado.
Según Baloyes, el estatus migratorio de los captores era legal en Panamá, ya que la obtuvieron mediante permisos de turista o en las ferias de Crisol de Razas que se realizaron en la Arena Roberto Durán.
'Definitivamente deben tener un nexo con el crimen organizado', enfatizó el fiscal.
Familias en el negocio
Estas redes desarticuladas tenían toda una operación estratégica realizada durante meses y años con el fin de seguir lucrando a través de los cuerpos de sus víctimas.
Una de ellas era una familia de nacionalidad venezolana, donde el pasado mes de enero cayeron detenidos el padre y la madre y en el último allanamiento fue detenido el hijo, que se dedicaba a lo mismo, agregó Baloyes.
Reclutamiento
De acuerdo con el funcionario, estos delincuentes tenían una habilidad para determinar qué personas eran vulnerables y quiénes no, aprovechándose de la situación económica que pasan en su país natal.
Los captadores les prometían a sus víctimas que trabajarían como empleadas domésticas, cuidando personas mayores y que además tendrían oportunidades de estudio, para así darle un mejor futuro a sus familias.
El reclutador cuando convencía a sus víctimas escogía el día en que viajarían hacia su destino, les pagaban el boleto aéreo y les daban dinero.
Las víctimas al ingresar por el Aeropuerto Internacional de Tocumen eran recibidas por integrantes de la célula que se encargarían de buscar un hospedaje en donde les dieran comida por varios días. Al pasar varias semanas les decían que tenían una deuda con ellos por el costo del pasaje y la estadía y es cuando sus cuerpos son vendidos y las ganancias divididas.
No necesariamente en todos los casos de trata de personas se les retiene los pasaportes a las víctimas; sin embargo, en el último operativo a las mujeres sí se les retuvo sus pasaportes y en ocasiones había amenazas de por medio, ya que los captadores conocían a los familiares en su país natal, señaló Rafael Baloyes.
Castigos y vejaciones
Las víctimas, que en su mayoría eran mujeres de nacionalidades venezolanas, colombianas y salvadoreñas, no pasaban de 30 años de edad y tenían que acostarse con más de cuatro clientes al día para que les fuera rentable a los captadores cobrar de 60 a 80 dólares para que pudieran generar en una semana ganancias superiores a los 600 dólares. De no ser así, ellas eran multadas con dinero.
Cada víctima tenía que pagar una cuota mensual al tratante de 650 dólares, para estar viviendo en el apartamento. Aparte, la comida, ropa y artículos de belleza se los vendían ellos mismos.
Mensualmente un tratante podría estar lucrando unos 20 mil dólares, explicó el experto que lleva las investigaciones.
Alarmante
En el último informe mundial sobre la trata de personas de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc) del año 2014, se señala que entre 2010 y 2012 se identificaron víctimas de 152 nacionalidades diferentes en 124 países de todo el mundo.
También el informe señala que más del 90% de los países de todo el mundo tipifican como delito la trata de personas. Muchos países han promulgado leyes nuevas o han actualizado las existentes desde la entrada en vigor en 2003 del Protocolo contra la Trata de Personas de las Naciones Unidas.
Nueve países aún carecen por completo de una legislación en esta materia, mientras que otros 18 cuentan con legislación parcial que únicamente ampara a algunas víctimas o solamente prevé ciertas formas de explotación.
A pesar del progreso legislativo mencionado anteriormente, todavía hay muy pocos fallos condenatorios por trata de personas. Solo 4 de cada 10 países comunicaron que habían registrado 10 o más fallos condenatorios por año y casi el 15% no había registrado ninguno en absoluto, detalla el informe.
Informe
La embajada de los Estados Unidos en Panamá publicó en su página web el Informe sobre la Trata de Personas 2016.
Este documento señala que el Gobierno de Panamá no cumple a cabalidad con los estándares mínimos para eliminar la trata; sin embargo, está haciendo esfuerzos significativos para lograrlo. También expone que las autoridades identificaron considerablemente más víctimas de trata e iniciaron más investigaciones de trata que en el periodo del informe previo y continuaron suministrando y financiando capacitación a los funcionarios para combatir la trata de personas.
Falta más protección
Sin embargo, las medidas de protección a víctimas siguieron siendo seriamente inadecuadas; el gobierno no asignó dinero a su fondo de asistencia a víctimas de trata, y la mayoría de las víctimas identificadas no recibieron servicios más que una evaluación médica inicial. El Gobierno condenó a menos tratantes y la falta de coordinación entre los ministerios y la limitación de recursos dificultaron la efectividad de la Comisión Nacional contra la Trata.
El informe brindó recomendaciones al país, como incrementar de forma significativa el capital para servicios especializados a las víctimas, incluyendo la asignación de fondos y la implementación del fondo dedicado a la asistencia de víctimas. Además, suministrar fondos a organizaciones de la sociedad civil para que ofrezcan servicios a las víctimas; intensificar los esfuerzos de aplicación de la ley en la investigación proactiva y el enjuiciamiento de delitos tanto
de trata sexual como laboral, y enmendar la ley en contra de la trata para que adopte una definición de trata de personas que sea consistente en el Protocolo de Trata de la ONU del 2000.
Agrega el documento que Panamá no informó sobre ninguna investigación, enjuiciamiento o condena de funcionarios gubernamentales cómplices en delitos de trata de personas.
Nota: Jairo Cornejo
Fotos: Agustín Herrera y Pastor Morales