En esta oportunidad me dedicaré a escribirles sobre el impresionante receptor chiricano Carlos Ruíz, quien, además de una carrera exitosa en el béisbol profesional de los Estados Unidos, se dio el lujo de tener dos apodos: “Calicho”, apodo para los Carlos chiricanos y el apodo que le impusieron en Norteamérica, “Chooch” (Chuch en español) el cual proviene de una expresión constante que Ruíz pronunciaba y que no explicaba de dónde venía. Yo tampoco me atrevo a tratar de explicarlo, pero lo cierto es que así lo identificaban en Philadelphia, donde jugó gran parte de su carrera. Era impresionantever alguna publicación con el título de “Thank you Chooch” o escuchar miles de personas en el “Citizens Bank Park”, hogar de los Phillies, ovacionando a nuestro compatriota.
Este prodigioso receptor panameño nació un 22 de enero de 1979 en David, Chiriquí, donde se crió. Calicho era el hijo de un oficial de la Guardia Nacional, Joaquín Ruíz y de una maestra de escuela primaria de nombre Inocencia Ríos. Su padre murió víctima de un accidente a muy temprana edad, por lo que nuestro héroe de hoy, siendo un jovencito tuvo que sacrificarse trabajando para ayudar a mantener a sus dos hermanos más jóvenes.
Señores con ustedes el prospecto #3 de toda la Organización de Los Phillies de Philadelphia EDUARDO TAIT con una proyección impresionante.
— MLBPTY (@mlbptyoficial) December 20, 2024
Veremos en unos años el proximo Calicho Ruiz en los Phillies. pic.twitter.com/EB0oMBUBlw
Doña Inocencia, siendo educadora, le insistía a Calicho que no dedicara tanto tiempo al deporte y que estudiara para serle frente a las futuras necesidades de la vida, pero él siguió practicando su deporte favorito y también estudiaba, haciéndole caso a su progenitora.

En 1998, Carlos Ruíz fue firmado por Allan Lewis, un “scout” local de los Phillies y fue enviado a la República Dominicana, donde fue instruido para jugar como receptor por primera vez, a pesar de que su posición siempre había sido segunda base. En un momento dado, Carlos Ruíz en Dominicana pensó en renunciar, pues su corta estatura y apariencia de niño contrastaba con otros prospectos mucho más altos y atléticos que él. Con el pasar del tiempo, Calicho se adaptó y jugó en la “Dominican Summer League”, donde bateó sobre 300, con 4 cuadrangulares y 35 carreras impulsadas en 60 juegos. Su paso por el resto de las Ligas Menores fue exitoso, por lo que en mayo de 2006 debutó en las mayores con su equipo, los Phillies.
Ruíz jugó un total de 10 temporadas con el equipo de Philadelphia (2006-2015), entre los cuales tuvo años donde demostró gran calidad en su bateo, razón por la cual se ganó la estima de los seguidores de su equipo. Entre los años más destacados encontramos el 2010, cuando bateó para .302, con 8 vuelacercas y 53 carreras impulsadas en 121 juegos. En el 2011, conectó para .283, con 6 cuadrangulares y 40 carreras impulsadas. El siguiente año (2012), bateó para el excelente promedio de .325, 16 cuadrangulares y 68 carreras impulsadas en 114 juegos, siendo este último año, el mejor de su carrera.
Este fue el apoteósico recibimiento de Carlos 'Calicho' Ruiz en Filadelfia. pic.twitter.com/1MSZMNDfw9
— Billy Pineda (@BillyPinedaPA) May 10, 2017
Nuestro compatriota no era un bateador de fuerza, pero sí un excelente chocador. Era un receptor consistente con su bateo, pero a mi parecer su fuerte era su tremendo juego defensivo. Sus totales como bateador fueron 1,137 juegos, con 935 imparables en 3,539 turnos, lo cual le dio un promedio de bateo de por vida de .264. En cuanto a su juego defensivo, Calicho fue siempre un receptor favorito de los lanzadores, de sus directivos y del público en general. Como prueba de esto, en el 2015, nuestro compatriota empató a Jason Varitek con el récord de receptores, de haber recibido cuatro juegos sin imparables ni carreras, dos de los cuales fueron del extinto miembro del Salón de la Fama Roy Halladay, ambos en el 2010. Los otros dos juegos sin imparables ni carreras fueron recibidos por Ruíz el 1ro de septiembre de2014 (lanzadores Cole Hamels, Jake Dickman, Ken Giles y Jonathan Papelbon) y el otro el 25 de julio de 2015, teniendo como lanzador a Cole Hamels.
En conclusión, Carlos Ruíz fue un bateador de contacto que supo ayudar a su equipo con su bateo consistente. Su defensa fue excelente y los lanzadores más destacados de su equipo lo sabían y lo preferían. Se supo ganar el cariño y aprecio de sus seguidores, lo cual pude atestiguar en la Serie Mundial de 2008.
¡Tremendo ejemplo a seguir para las nuevas generaciones, Calicho!