El Barça ofreció su mejor versión de la temporada ante el Benfica, pero ésta no fue suficiente para pasar del 0-0 en el Camp Nou y se jugará el pase en la última jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones, en la que deberá vencer en el inexpugnable Allianz Arena ante el Bayern de Múnich o esperar que el Benfica no sea capaz de batir al Dinamo de Kiev.
El lunes Xavi Hernández, con el traje de psicólogo puesto, le pidió cuatro cosas a su equipo: orgullo, espíritu de revancha, optimismo y tener presente que es el Barça. Nada de eso falló este martes en el feudo azulgrana, pero la falta de efectividad de cara a gol fue un peaje demasiado caro.
“A rato verás un 4-3-3, a ratos un 3-4-3 o un 3-5-2″, anunció Xavi en los prolegómenos del encuentro mientras en el césped del Camp Nou diluviaba como durante gran parte del resto del día para desespero de gran parte de los aficionados, descubiertos, en una nueva muestra de que la casa azulgrana ha quedado anticuada.
La lluvia, amiga de la épica, fue disminuyendo una vez iniciado el encuentro y entonces se pudo comprobar que el 3-4-3 que tan en práctica puso Xavi en el Al Saad también fue el dibujo de partida del conjunto azulgrana.
FULL TIME:
— Sokaonline (@Sokaonline_) November 23, 2021
Barcelona 0-0 Benfica
Chelsea 4-0 Juventus
Lille 1-0 Salzburg
Malmo 1-1 Zenit
Sevilla 2-0 Wolfsburg
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La solución de Xavi para completar la delantera titular fue el austríaco Yusuf Demir, que no jugaba de inicio desde el 23 de septiembre ante el Cádiz. Desahuciados en el banquillo se quedaron el fichaje más caro de la historia del Barça, Philippe Coutinho, y un señalado Luuk de Jong.
En el minuto 84, una volea imparable de Araujo a centro de Jordi Alba pareció ser la recompensa a tanto picar piedra, pero cuando la euforia ya se había desatado en el Camp Nou el árbitro anuló el gol por fuera de juego.
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Así, el Barça se tuvo que conformar con un empate a cero, que estuvo a punto de ser una derrota cuando en la penúltima jugada Haris Seferovic falló un gol prácticamente a puerta vacía que le condena a sufrir en la última jornada para pasar a octavos de final.