La tarde de este miércoles se conoció la triste noticia del fallecimiento de Anita Correa, una persona que durante su vida iluminó con su sonrisa el corazón de todos los que la conocieron. Pero más allá del dolor por su partida, ella deja un legado de amor y de alegría a pesar de su condición de salud, un enemigo al que le plantó cara siempre con actitud positiva y contra el que batalló hasta el final.
Conocida por su manera de ser, generosa y optimista, la osteogénesis imperfecta que padecía no le impidió inspirar y luchar por la inclusión de las personas que padecían su misma condición. Ella permaneció internada en la Caja de Seguro Social durante varios días tras afrontar quebrantos de salud luego de sufrir una caída.
Su familia y amigos celebrarán su vida este viernes 1 de noviembre con una misa en la Iglesia Santa Marta, en Altos del Chase, El Dorado, a las 9:00 de la mañana. Paz a su alma.