Una tragedia sin precedentes golpeó el centro de Texas esta semana, cuando intensas lluvias provocaron graves inundaciones que han dejado al menos 87 personas muertas y decenas más desaparecidas, según informaron las autoridades locales.
El condado de Kerr ha sido la zona más afectada por el desastre natural. Funcionarios locales confirmaron que al menos 40 adultos y 28 niños perdieron la vida en esa región, mientras los equipos de rescate continúan las labores de búsqueda entre los escombros y zonas anegadas.
“Estamos enfrentando una situación de enorme dolor y pérdida. Es una de las tragedias más grandes que ha vivido esta comunidad”, declaró el sheriff del condado, James Rowe, visiblemente afectado durante una conferencia de prensa.
El gobernador de Texas declaró el estado de emergencia en varias regiones del estado y aseguró que se está desplegando toda la ayuda posible: “No escatimaremos recursos para asistir a quienes lo han perdido todo. Nuestra prioridad es salvar vidas y reconstruir lo antes posible”.
Los rescatistas siguen buscando al menos a 41 personas desaparecidas, entre ellas 10 niñas y una consejera del Campamento “Mystic”, un campamento de verano solo para niñas a orillas del río Guadalupe, cuyo nivel de agua aumentó más de 6 metros en menos de dos horas durante el punto álgido de la inundación el 4 de julio.