El tradicional desfile de los ejércitos en París, para la fiesta nacional del 14 de julio, fue reemplazado el martes por una ceremonia de formato reducido, en honor a los soldados y civiles movilizados durante la crisis de salud.
Presidido por Emmanuel Macron, su tema era “una nación comprometida, unida y unida”. El evento, que generalmente reúne a una multitud compacta, no estuvo abierto al público, sino que se transmitió por televisión.
Emmanuel Macron dijo que: “Estamos haciendo todo lo posible para evitar una nueva ola” Transporte de máscaras, protección de sitios sensibles, asistencia sanitaria: se presentaron varias unidades militares que trabajaron en la lucha contra el coronavirus dentro de la operación Resilience, lanzada el 25 de marzo por el Presidente de la República desde Mulhouse.
La ceremonia terminó con un gran homenaje a los cuidadores, al sonido de la Marsellesa. La Patrouille de France hizo una segunda visita excepcional en su honor, reporta el diario Le Monde.
La Bastilla era una fortaleza construida contra los ingleses en la época de la guerra de los cien años. Esta fortaleza medieval fue utilizada por el Cardenal Richeliu desde el siglo XVII como cárcel de estado para sus opositores.
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La toma de La Bastilla representa la caída del poder absoluto de la monarquía francesa. La Bastilla era la cárcel destinada a los opositores de la monarquía de Francia, la misma estaba ubicada en París. La misma tenía un elevado costo de mantenimiento y se contemplaba destruirla desde 1784.
Esta jornada heroica del 14 de julio de 1789 cristalizó con la victoria del pueblo, abriendo pasa a un nuevo porvenir donde la libertad marcaba los primeros pasos de un nuevo camino.
La Revolución Francesa funge entonces, como una consecuencia de la toma de la Bastilla la que implica la proyección de ideales de libertad, igualdad y fraternidad garantizados o protegidos hoy en día como derechos humanos por los diferentes países.
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