El sur de Perú vivió momentos de tensión la madrugada de este miércoles tras registrarse un sismo de magnitud 4.0, justo cuando las autoridades mantenían activas las alertas ante la posible llegada de un ‘tren de olas’ a la franja costera del país.
De acuerdo con el Instituto Geofísico del Perú (IGP), el movimiento telúrico ocurrió alrededor de las 3:47 a.m. (hora local) y tuvo su epicentro a pocos kilómetros de la localidad de Camaná, en el departamento de Arequipa. El temblor se sintió de forma moderada y generó alarma entre los residentes, aunque hasta el momento no se han reportado daños materiales ni víctimas.
Sin embargo, el evento ocurre en un contexto ya tenso: la Marina de Guerra del Perú había emitido horas antes una alerta preventiva por la posible llegada de un ‘tren de olas’, fenómeno que podría afectar las costas con oleajes anómalos en las próximas 48 horas. Las autoridades aún investigan si existe alguna relación entre el sismo y la formación del fenómeno marítimo.
El Centro Nacional de Alerta de Tsunamis (CNAT) mantiene un monitoreo constante en la zona sur del litoral peruano, especialmente en las provincias de Islay, Camaná y Caravelí, donde las autoridades locales ya comenzaron a implementar planes de evacuación en caso de emergencia.
El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), por su parte, informó que los factores climáticos y geológicos podrían estar influenciando la actividad sísmica y marina de los últimos días, por lo que pidió a la población estar atenta a los comunicados oficiales.
Perú forma parte del llamado Cinturón de Fuego del Pacífico, una de las zonas sísmicas más activas del planeta. En el país se registran anualmente decenas de sismos de baja y mediana intensidad, aunque las combinaciones con eventos marinos como el actual generan un mayor nivel de preocupación.
Por ahora, las autoridades hacen un llamado a la calma, pero instan a los ciudadanos a tener listos sus planes de evacuación, mochilas de emergencia y mantenerse informados a través de canales oficiales. La población costera permanece en vilo ante el posible impacto del temido ‘tren de olas’.
(Con información de servicios internacionales)



