Un nuevo capítulo de tensiones entre Estados Unidos y Venezuela se abrió con la detención de un marinero de la Armada estadounidense por el régimen de Nicolás Maduro, en medio de la cacería lanzada tras el fraude electoral del pasado 28 de julio. Según fuentes oficiales, el marinero fue arrestado el 30 de agosto en Caracas por el SEBIN, mientras se encontraba en un viaje personal al país caribeño.
El Departamento de Estado de EE.UU. confirmó el incidente y aseguró estar investigando los detalles del caso. A pesar de no haber estado en misión oficial, el militar detenido genera preocupación en Washington, donde las autoridades evalúan las posibles repercusiones de este incidente. Las tensiones entre ambos países no son nuevas, y este evento podría agravar la relación bilateral, especialmente después de la reciente orden de detención de Edmundo González Urrutia, abanderado de la oposición venezolana.
La captura del marinero llega en un momento crítico, cuando Estados Unidos ya había endurecido su postura contra el régimen de Maduro, evidenciado en el decomiso de una aeronave de lujo asociada al presidente venezolano. Este decomiso, ocurrido en República Dominicana, ha sido calificado por Caracas como un “acto criminal”, aumentando las tensiones diplomáticas.
Mientras tanto, el Departamento de Estado advierte sobre el alto riesgo de detención injusta para los ciudadanos estadounidenses en Venezuela. El régimen, por su parte, sigue firme en su persecución de opositores, mientras las repercusiones de este caso podrían tener efectos significativos en la política internacional.