El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha lanzado una advertencia que podría cambiar el panorama de las bebidas alcohólicas en el país: imponer aranceles del 200% a productos europeos como vinos, champañas y otras bebidas alcohólicas. Esta medida surge en respuesta al reciente arancel del 50% que la Unión Europea (UE) aplicó al whisky estadounidense, en represalia por las tarifas que EE.UU. impuso al acero y aluminio europeos.
Productos en la mira
Los aranceles propuestos afectarían a una amplia gama de bebidas alcohólicas provenientes de la UE, incluyendo:
Vinos: Tintos, blancos y rosados de países como Francia, Italia y España.
Champañas y espumosos: Particularmente de regiones reconocidas como Champagne en Francia.
Licores y destilados: Como coñac, ginebra y otros espirituosos europeos.
Impacto en el bolsillo del consumidor
De implementarse estos aranceles, el precio de estas bebidas podría aumentar significativamente. Por ejemplo, una botella de vino europeo que actualmente cuesta $20 podría elevarse a $60, lo que afectaría tanto a consumidores como a importadores y minoristas en Estados Unidos.
Respuesta de la industria
Representantes del sector de bebidas alcohólicas en Estados Unidos han mostrado su preocupación. La Wine & Spirits Wholesalers of America señaló que estos aranceles podrían tener un “impacto devastador” en la industria, afectando a miles de empleos y reduciendo la competitividad del mercado estadounidense.
Este nuevo capítulo en la guerra comercial entre Estados Unidos y la Unión Europea podría tener repercusiones significativas en el mercado de bebidas alcohólicas, afectando tanto a productores como a consumidores a ambos lados del Atlántico.