Con el país trancado durante tres semanas muchos hablan del “colapso del sistema”, de la necesidad de “reformas estructurales”. Pero todas las veces que se han mencionado los intentos o necesidad de reformas constitucionales mueren en su cuna porque no es el momento o son peligrosas.
Hay que estar claro que atender los reclamos sociales que nos aquejan a todos hoy no va a refundar este país en crisis y con instituciones débiles.
Solo hay que recordar que cuando a Martinelli lo golpeaban los escándalos y las denuncias de corrupción convocó a un grupo de notables para reformar la Constitución y luego dijo que lo propuesto no servía.
Llegó Varela al poder y prometió una Asamblea Constituyente Paralela que nunca convocó porque no era el momento y se iban a perder empleos.
Apareció “Nito” Cortizo y prometió una reforma constitucional por dos legislaturas distintas y la discusión generó despelote callejero y no pasó del intento. En este carrito vamos para que nada cambie y ¿qué prometerá el próximo presidente?