Un momento inesperado se vivió este martes en Oslo cuando el presidente panameño José Raúl Mulino fue recibido entre aplausos por un numeroso grupo de venezolanos que lo esperaba a las afueras del Gran Hotel, sede de la ceremonia del Premio Nobel de la Paz.
La ovación surgió justo cuando el mandatario salía del edificio, en medio de la atención de periodistas internacionales que cubren el evento donde la líder opositora María Corina Machado será galardonada.
Ciudadanos venezolanos, muchos con banderas y teléfonos en mano, aprovecharon para agradecer públicamente el respaldo que Panamá ha brindado a la causa encabezada por Machado en su lucha por la recuperación de la democracia en su país.
Entre gritos que decían “¡Gracias Presidente!” y “¡Gracias Panamá!”, Mulino se detuvo unos segundos para saludar y responder a los presentes.
El mandatario destacó que el Nobel de la Paz otorgado a Machado es un símbolo poderoso para quienes siguen presionando por la libertad en Venezuela. “Espero que toda esta resonancia por el premio repercuta en lo interno y comprendan de que aquí no hay vuelta para atrás”, afirmó.
La ceremonia en Oslo continúa generando atención mundial por el momento político que representa para Venezuela.



