Un nuevo vuelo de regreso sin escala fue ejecutado por el Servicio Nacional de Migración (SNM) de Panamá, en el marco de su política de control migratorio. Esta vez, se trató del vuelo número 52, y a bordo iban 43 ciudadanos extranjeros, entre ellos colombianos y ecuatorianos, quienes fueron sacados del país por diversas causas.
Según informó Migración, la medida se realizó en cumplimiento del Memorando de Entendimiento Migratorio vigente con esos países, y busca reforzar el respeto a la normativa migratoria panameña. Pero lo que más llamó la atención fueron los motivos detrás de estas expulsiones.
Cinco de los extranjeros fueron directamente expulsados por tener antecedentes penales graves, incluyendo delitos como tráfico ilícito de migrantes, posesión de drogas y violaciones a la seguridad colectiva. El resto, un grupo de 38 personas, fue deportado por mantener estatus migratorio irregular en territorio panameño, es decir, sin papeles en regla o sin autorización legal para residir en el país.
La institución reiteró que seguirá ejecutando acciones firmes para garantizar la seguridad nacional, haciendo énfasis en que Panamá no será refugio para quienes incumplen la ley o representan un riesgo para la población.
El SNM dejó claro que las deportaciones y expulsiones seguirán en pie, reforzando su mensaje de que el país mantiene una política migratoria seria, firme y sin contemplaciones.
Este tipo de operativos forman parte de una estrategia constante para depurar los registros migratorios y contener delitos asociados al tráfico humano y al crimen organizado, una preocupación creciente en la región.