Una nueva alerta saltó en la terminal aérea de Panamá Pacífico cuando inspectores de la Autoridad Nacional de Aduanas detuvieron a una pasajera de nacionalidad cubana que intentaba ingresar al país con dinero oculto y sin declarar. Lo que inició como una revisión rutinaria terminó destapando un caso que dejó a los funcionarios con la boca abierta.
La mujer, procedente de La Habana en un vuelo internacional, llamó la atención tras pasar por el escáner y mostrar inconsistencias durante la entrevista inicial con un inspector. Eso bastó para activar el protocolo de riesgo y ordenar una revisión secundaria más detallada.
En la mesa, la pasajera entregó voluntariamente un sobre con B/.4,900.00, creyendo que con eso quedaría todo claro. Pero los inspectores continuaron el procedimiento. Fue durante una revisión corporal, con apoyo de la Policía Nacional, cuando se descubrió el resto del dinero: $11,167.00 que mantenía escondidos en sus partes íntimas.

Entre fajos de billetes de distintas denominaciones —que luego fueron contados en máquinas especializadas— la suma total retenida ascendió a B/.16,067.00, dinero que, según las autoridades, nunca fue declarado como exige la normativa panameña para ingresos superiores a los diez mil balboas.
El efectivo quedó bajo custodia de Aduanas mientras el caso fue notificado al Ministerio Público, que ahora deberá determinar posibles vínculos, intenciones y el origen de los fondos. La pasajera quedó a órdenes para seguir el trámite legal correspondiente.
Con estas acciones, las autoridades reiteran la obligación de declarar el dinero no es opcional y que los controles seguirán reforzándose en todas las terminales aéreas, marítimas y fronterizas del país.


