La frontera de Paso Canoas fue escenario de una nueva repatriación: cuatro ciudadanos costarricenses privados de libertad, condenados por delitos de tráfico internacional de drogas, regresaron a su país de origen para cumplir el resto de sus sentencias. Este traslado, enmarcado en la Convención Interamericana para el Cumplimiento de Condenas Penales en el Extranjero, contó con una coordinación binacional impecable, garantizando el retorno seguro de estos reclusos a su patria.
Los cuatro privados de libertad, tres de los cuales permanecían en el Centro Penitenciario de Chiriquí y uno en el de Santiago, fueron entregados a las autoridades costarricenses bajo un estricto operativo en el que participaron funcionarios de instituciones panameñas como el Ministerio de Relaciones Exteriores, la Policía Nacional, el Servicio Nacional de Migración, SENAFRONT y la Dirección General del Sistema Penitenciario, junto a sus homólogos del Ministerio de Justicia y Paz de Costa Rica, la Unidad de Repatriaciones y la Policía Penitenciaria Costarricense.
Este proceso de repatriación reafirma el compromiso de Panamá y Costa Rica con la justicia transfronteriza y la rehabilitación de sus ciudadanos, sumando un total de 23 repatriaciones solo en lo que va de 2024. La diligencia de esta semana es un ejemplo de la cooperación bilateral que busca facilitar el cumplimiento de sentencias de manera segura y humanitaria.