Con la inocencia a flor de piel, la vida de dos niños dio un giro inesperado. Hoy viven graves consecuencias físicas y psicológicas que los marcaron para el resto de sus días.
Sometidos a tratamientos médicos, deben continuar adelante, ya que sin medir consecuencias, dos adultos acabaron con sus ilusiones al haber abusado sexualmente de ellos.
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Esto son dos casos registrados recientemente en la provincia de Bocas del Toro. El primero, en contra de un niño de 14 años, el cual fue abusado sexualmente por su padrastro y resultó contagiado con gonorrea.
Tras la denuncia del hecho, el señalado fue llevado ante un Juez de Garantías y se le imputó por violación sexual agravada. Lo mantienen detenido provisionalmente.
Un caso similar se registró a los pocos días, pero esta vez la víctima fue una niña de 10 años, la cual igualmente fue abusada por su padrastro e infectada con el virus del papiloma humano (VPH).
Al señalado como responsable también lo mantienen detenido preventivamente, imputado por violación sexual agravada.
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En ambas situaciones las consecuencias fueron graves. Hoy estos dos niños están sometidos a tratamientos médicos por el contagio que tienen producto de ello.
Sin medir consecuencias, actos como estos acarrean una serie de graves repercusiones en víctimas inocentes que hoy deben asumir los daños ocasionados por una pasión enfermiza.
De acuerdo a los hechos, la mayor parte de los casos de abuso sexual infantil suelen ser cometidos por familiares o personas cercanas que se aprovechan de la vulnerabilidad de los pequeños.
En Bocas del Toro este es uno de los delitos de mayor incidencia. Durante el primer trimestre del 2020 los casos alcanzaron 141 denuncias.
