El delito de violencia doméstica es uno de los mayores problemas de la sociedad panameña. Solo el año pasado 15 mil 434 casos fueron denunciados según el Centro de Estadística del Ministerio Público.
Y es que aún las mujeres continúan en indefensión a pesar de acudir al sistema en busca de protección.
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Tal fue el caso de la expareja de Juan Oliva Rosales, quien fue condenado a 61 meses de prisión por el delito de violencia doméstica y quebrantamiento de las medidas de protección, sentencia dada el 28 de mayo.
El ahora sentenciado el 25 de mayo, acudió a la casa de su expareja a pesar de que ella contaba con una boleta de protección, la agredió física y psicológicamente. Para después amenazarla con un arma blanca. Pero agracias a la intervención de un vecino el hecho no terminó en otro femicidio.
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Estos hechos fueron determinantes para que el juez de garantías Erick González, acogiera las solicitudes del fiscal Iván Estribí del Pino, en el proceso judicial seguido a Oliva Rosales, quien también deberá recibir tratamiento terapéutico en un Centro de Salud.
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