¡Increíble, pero cierto! Dicen que el amor es un juego perdido, pero una mujer lo vivió en carne propia. Jasmine conoció a Zhiwei, un compañero de trabajo que era el hijo del dueño del restaurante chino en la que ambos trabajan. Rápidamente se enamoraron y se pusieron de novios, pero lo que ella no sabía es que él tenía una adicción al juego.
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En enero, la pareja decidió irse de vacaciones unos días a Atlantic City, una ciudad de Nueva Jersey conocida por sus casinos. Él la llevó a apostar y, aunque era un jugador experto, se dio cuenta de que ella era un amuleto de la suerte. Juntos ganaron más de US$500 mil en una mesa de bacará, un juego francés similar al blackjack.
Nunca había apostado antes de conocerlo. Al principio miraba pero después empezamos a apostar juntos', dijo Jasmine a The New York Post.
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La pareja acordó dividir cualquier ganancia y empezaron a subir fotos en sus redes sociales de torres de dólares y chips de casinos. Pero Zhiwei empezó a actuar de forma muy extraña: mostró compras extravagantes en Facebook como un Rolex de US$38 mil y posteó '¡Por fin lo logré! A los 26 ya tengo medio millón'.
Realmente confiaba en él y lo amaba', contó Jasmine. Pero el dinero lo cambió. La mujer de 21 años contó que estaba hablando con otras chicas y que no pudo soportar los engaños, así que terminaron. Él encontró otra novia al instante y ella se quebró por dentro. 'No podía comer, no podía dormir, estaba llorando todo el día, realmente la pasé mal', contó.
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Ahora ella busca US$500 mil por daños en un juicio. Su abogado está empecinado en que Zhiwei pague por lo que hizo. El hombre todavía no le devolvió los mensajes y su familia aseguró que no habla inglés. La codicia de Zhiwei lo llevó a mentirle al gobierno estadounidense y todavía no pagó todos los impuestos que debe por sus ganancias.