El invitado no deseado está de vuelta, y la grama del estadio Rommel Fernández Gutiérrez pasa sus peores días.
El hongo sobre el pasto ha regresado, y la administradora del coliseo, Rita Arcia ha confirmado esta lamentable situación, a un mes de un nuevo partido de la eliminatoria mundialista, camino a Rusia 2018.
La poca inversión sobre el mantenimiento del césped -en fungicidas y nutrientes- le causa más daño, que las '14 horas semanales de uso' que señala Pandeportes en una misiva.
La problemática de los coliseos es el diario vivir del deporte panameño, situación de la que no se aleja la carta de presentación de los coliseos de balompié en Panamá.
Para este mes de agosto se jugarán unos cinco partidos, tres de ellos de la Liga Concacaf y dos de la Liga Panameña de Fútbol. El entrenamiento de selecciones juveniles se trasladará al Luis Ernesto 'Cascarita' Tapia, mientras que se prevé que la selección absoluta se prepare en Atlanta, Georgia para visitar a México (1 septiembre) y recibir a Trinidad y Tobago (5 septiembre).
Cabe resaltar que estos tres partidos de la Liga Concacaf se jugarán en Juan Díaz, y no en el Maracaná porque hay un desnivel que ha impedido que la Concacaf apruebe su uso en torneos internacionales. El coliseo de la Cinta Costera III solo tiene tres años de haber sido inaugurado, pero su explotación y ausente mantenimiento han llevado a esta situación.
Néstor Córdoba, encargado del mantenimiento de la grama del estadio Rommel Fernández, indicó a Pandeportes que ante la decisión de bajarle la carga al uso del coliseo se garantizará su total recuperación para el partido eliminatorio del 5 de septiembre.
Resaltó que básicamente los trabajos en el engramado consisten en la eliminación de los hongos y el crecimiento de forma óptima del césped natural.
Córdoba explicó que en los próximos cuatro días se realizará la aireación del campo de juego, que consiste en la apertura de orificios de dos y tres pulgadas en diferentes sectores de la cancha con una máquina especial, para permitir la expansión y refrescamiento de las raíces de la grama.
Posteriormente con otros equipos especializados se hará la fumigación con fungicidas especiales para erradicar los hongos y después se procede al riego con nutrientes para el crecimiento de la grama, que se mantiene con el riego de agua y el corte del césped cada ocho días.