El próximo lunes en la noche se celebra la fiesta de Purim, festejando la salvación del pueblo judío del intento de exterminio del malvado primer ministro Hamán (con la anuencia del rey Asuero) en los tiempos del imperio persa en el siglo V AEC, tal como aparece relatado en el libro bíblico de Ester. (junto con el de Rut, los dos únicos libros de la Biblia hebrea que llevan nombre de mujer).
La reina Ester, un personaje fascinante, es la gran heroína de la historia. Bajo la guía de su tío Mardoqueo, intervino ante el Rey en favor de su pueblo, poniendo en riesgo su vida, logrando evitar el trágico desenlace.
Enmarcada en una suerte de novela de estilo carnavalesco, de lectura rápida y apasionante, se puede apreciar la interesante transformación que se da en la protagonista. Ester llega al palacio real exclusivamente por su belleza (gana una especia de concurso “Miss Persia” de la época) y permanece ajena al destino de su pueblo hasta que las palabras de su tío la sacuden: “No pienses que escaparás en la casa del rey más que cualquier otro judío. … ¿Y quién sabe si para una ocasión como esta has llegado al reino?” (Ester 4:13-14) A partir de ese momento, con astucia y sagacidad logrará exponer ante el rey el plan de Hamán (quien será condenado a la horca) y garantizará a los judíos la posibilidad de defenderse.
La personalidad de Ester, las intrincadas relaciones interpersonales y las dramáticas situaciones que se suceden en el relato, despertaron el interés de la exégesis rabínica y medieval, así como también generan interesantes lecturas desde una perspectiva contemporánea. De igual forma, destacados artistas se inspiraron en pasajes del libro de Ester para compartir su visión de los personajes y plasmarlos mediante su talento. Podemos mencionar las obras de Miguel Ángel, Rubens, Rembrandt, Tintoretto y Dalí, entre otros.
La gesta de Ester y Mardoqueo la recordamos todos los años en la fiesta de Purim (palabra que significa “Suertes”, recordando que el malvado Hamán hecho suertes para decidir el día en que iba a ser exterminado el pueblo judío) de hecho, la principal costumbre de la fiesta es escuchar la lectura del libro bíblico de Ester. (Hacemos bulla cada vez que se menciona el nombre de Hamán).
Por su coraje Ester quedó registrada como una verdadera heroína en la memoria colectiva de nuestro pueblo. El libro que lleva su nombre fue incluido en el canon bíblico a pesar de no mencionar a Dios y de describir un clima festivo más acorde al espíritu de “Las mil y una noches.”
Purim nos recuerda como el discurso de odio promovido por algunos, combinado con la apatía y el desinterés de otros, puede ser una combinación letal y de pronto el exterminio se vuelve un escenario posible. Por eso la reina Ester es tan querida. Su intervención hace justicia: los buenos se salvan y los malvados son castigados. Que mejor forma de ejercer el poder.