Panamá está a un paso de vivir una nueva crisis migratoria en su frontera, algo que ya está pasando en algunos poblados limítrofes de Colombia, debido al volumen de personas que se están movilizando por la región en su ruta hacia Estados Unidos.
Como ya ha ocurrido en el pasado, todo apunta a que nuestras autoridades solo esperan la llegada de la oleada para luego actuar. Y es que aunque se vienen realizando algunas gestiones por parte de algunas instituciones nacionales, el esfuerzo para abordar un tema tan controvertido sigue siendo insuficiente.
En días pasados, Estados Unidos emitió un documento sobre las causas de la migración centroamericana, el impacto de ella en su país y cómo prevenirla. Ese es el tipo de esfuerzo que debe hacer o, por lo menos, promover Panamá.
Y es que aunque gran parte de los migrantes que usa el país como paso no se queda, sí provocan un enorme impacto económico, social, sanitario y hasta legal que pagamos todos.
Ya es hora de que Panamá asuma el liderazgo en el manejo de un problema que por ser global solo se mejorará con el aporte de todos los países.


