¿Saben cuál es el colmo de un prisionero? Tener a un compañero de celda cochino.
Y es precisamente eso es lo que le pasaba a Christopher James Callen, de 33 años quien está recluido desde septiembre de este año en la cárcel del Condado de Monroe en los Cayos de la Florida.
Callen no soportó más estar detrás de las rejas con un acompañante cuyos pedos eran insoportables y lo agarró a golpes al punto de que casi lo mata.
“Expulsa ventosidades con mucha frecuencia, y no tiene siquiera la cortesía de descargar el inodoro cuando lo usa”, respondió Callen a la policía cuando se le preguntó el porqué había atacado a la otra persona.
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El agredido de 57 años y cuyo nombre no fue revelado tuvo que ser llevado a un centro médico para su atención ya que terminó con una costilla rota y perdió dos dientes según informó Joe Kinsey en el portal www.outkick.com
Por su parte a Callen, quien está preso desde el pasado 13 de septiembre tras aparecer en la base de datos del Departamento de Policía de la Florida (FDLE) como agresor sexual tras haber sido condenado el 7 de septiembre de 2012, en Boulder, Colorado de seguro le espera otro castigo por haber tomado justicia por sus propias manos.
