La mayoría de las familias y los panameños la han pasado duro en los últimos años.
Se han perdido vidas por la covid-19, empleos por el deterioro económico y se vive al borde de muchas situaciones adversas con la esperanza de que las cosas mejoren y se pueda echar hacia adelante.
Pero los que han estado desconectados desde el día uno han sido los diputados de todos los partidos. Nunca aprobaron rebajarse el salario y para rematar su presupuesto de gastos y planillas han crecido arbitrariamente.
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En el 2019 su presupuesto original fue de 97 millones de dólares y ya van por 200 millones de dólares.
Una prueba de que no están en sintonía con el pueblo y solo les importa gastarse la plata de todos los panameñeos para mantener su clientelismo y perpetuarse de esta forma en el primer Órgano del Estado, el que saquean sin remordimientos.
Los panameños no podemos seguir siendo congos y a estos diputados hay que pararlos y demostrarles con control político que el poder es del pueblo y expulsarlos a todos con el castigo del voto en el 2024. ¡No a la reelección!
