Claudia Orozco, reportera de una de las cadenas de noticias más importantes de habla hispana en los Estados Unidos y que es vista en todo el mundo, Univisión, visitó por primera vez Panamá y según dijo, lo que vio fue sorpresivo y le cambió totalmente la perspectiva que tenía del tema migratorio en la peligrosa selva del Darién.
Explicó a MiDiario.com que fue su primera vez en Panamá y que se llevó fuertes impresiones.
“Vine a hacer un trabajo de la migración en el Darién, que básicamente es el epicentro de la migración que después nos va a llegar a nosotros allá a la frontera entre México y Estados Unidos, particularmente California que es donde nosotros trabajamos”, detalló la periodista.
“Me voy con otra perspectiva de la migración, porque la frontera en la que yo veo el fenómeno migratorio es muy distinta”, dijo.
De acuerdo a Orozco el apoyo a migrantes allá en la frontera con México es meramente de organizaciones civiles.
“Las historias de los migrantes son las mismas, pero el apoyo para ellos por allá es totalmente de organizaciones civiles, no interfiere el gobierno, la verdad. Todos son organizaciones civiles, iglesias... y no hay lucro en eso”, aseguró.

Reportera impactada de cómo se lucra con los migrantes acá
De acuerdo a la reportera de Univisión, por allá, por la frontera con México, “no hay nadie que su economía dependa de la migración, si ellos salen y compran una comida, pues normal, como cualquiera en la ciudad, pero no hay un negocio establecido específicamente para atender las necesidades de la migración, como acá que tienen desde sacar dinero, compras de cosas, los autobuses que los llevan. Allá los que los mueven siempre son con apoyo gratuito o si ellos pagan son con la línea que ellos quieran no hay una empresa asignada para moverlos sin que les cobren”, manifestó la reportera.
Reiteró que la historia desgarradora de los migrantes es la misma, porque son las mismas familias que van a llegar allá, más todo lo que llevan en el trayecto de pasar el Darién y lo que les falta todavía, Centroamérica, México que tiene sus dificultades.
“Pero aquí veo que realmente la migración es un negocio para muchos y que hay economías que dependen totalmente de esa migración. Eso no lo veo allá”, insistió la reportera de Univisión que tuvo la oportunidad de disfrutar del río Chucunaque en Yaviza. “Una recompensa luego de una intensa jornada de trabajo”, dijo.
Orozco, quien es oriunda de Tijuana, México y ganadora de 4 Emmys y un premio Gracie, no alcanzó a visitar la ciudad de Panamá, solo el Canal. “Pero, bueno, este viaje no era de turismo”, apuntó resaltando ese “algo diferente” que vio en el fenómeno migratorio.
“Y bueno, ya cuando (los migrantes) están allá (frontera de México) están a un paso de llegar a Estados Unidos, allá es diferente, son los procesos, la recepción de Estados Unidos, si los aceptan, si los regresan. Veo el tema migratorio desde otro ángulo”, manifestó impresionada por la manera en que se lucra de los desvalidos migrantes en la frontera de Panamá y Colombia.
‘La migración se ha convertido en un negocio del crimen organizado’
La directora general del Servicio Nacional de Migración en Panamá, Samira Gonzaine, parece tener la misma visión que la reportera.
Para Gonzaine la situación es altamente preocupante. Considera que en la frontera de Panamá - Colombia, sí se lucra, que la migración “se ha convertido en un negocio del crimen organizado y los países de alguna forma estamos permitiendo que ese tráfico de seres humanos se dé bajo nuestras propias narices, por ello la discusión de este tema debe cambiar, porque el 20% de la población de migrantes son niños” y algunos hasta viajan solos.
Según Gonzaine, el tráfico de personas puede estar resultando de mayor interés para el crimen organizado que cobra hasta unos $900 por persona desde Colombia, porque no es un delito tan perseguido como el tráfico de drogas, pese a los ingentes esfuerzos que aseguran hacen las autoridades en Panamá con entidades como Senafront.
Solo en lo que va de este 2023 se ha alcanzado el número récord de más de 100 mil personas cruzando el Darién, seis veces más que las que llegaron en el mismo periodo de 2022. Y vienen miles más.
Las autoridades estiman que, de continuar la tendencia, el año 2023 podría cerrar con el cruce de más de 400 mil personas.
Ya el presidente de la República de Panamá, Laurentino Cortizo, ha solicitado abiertamente apoyo internacional para tratar como prioridad el flujo migratorio irregular.

Riesgos
Solo en marzo pasado, las Defensorías del Pueblo de Panamá y Colombia realizaron giras para verificar el flujo migratorio y la situación de los derechos humanos en las Estaciones de Recepción de Migrantes en la provincia de Darién.
Detectaron que las organizaciones ilegales que operan en esa zona perciben ingresos importantes por sus actividades ilícitas y entre los riesgos que enfrentan enumeran la violación sexual, desaparición forzada, homicidios, extorsiones para permitir el tránsito de migrantes, robo de pertenencias y dinero, reclutamiento forzado de niñas, niños y adolescentes y posible trata de personas.
‘Recursos de la población son invertidos en migrantes’
La Defensoría del Pueblo en Panamá constató que lugareños en Darién han dejado sus actividades comerciales y agrícolas por atender flujos migratorios.
Según Eduardo Leblanc, defensor del Pueblo de Panamá, “el flujo migratorio ha generado que recursos destinados a la población sean invertidos en el creciente número de personas que recibimos del paso por la selva”.
De acuerdo con las estadísticas del Servicio Nacional de Migración de Panamá, hasta marzo del año en curso las principales nacionalidades cruzando la selva del Darién son ciudadanos de Venezuela (30.250), Haití (23.640), Ecuador (14.327), además de personas procedentes de China (3,855), India (2,543), y los hijos de personas haitianas nacidos en Chile (2.499) y Brasil (2.072). Otras nacionalidades incluyen personas de Colombia, Afganistán, Camerún, Somalia y Perú, entre otros.
Iglesias y organizaciones apoyan
Además de las iglesias, como dijo la reportera de Univisión, la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) brindan atención en las fronteras.
En las fronteras con Colombia y Costa Rica, el ACNUR apoya la respuesta del gobierno en las Estaciones Temporales de Recepción Migratoria (ETRM) proporcionando información sobre el procedimiento de asilo en el país, los riesgos del viaje hacia el norte, ofreciendo apoyo psicosocial, proporcionando alojamiento y artículos de primera necesidad a quienes lo necesiten.
Mientras que la OIM brinda apoyo con la provisión de alimentos, artículos de primera necesidad, servicios de salud; gestión y coordinación de los alojamientos temporales; y la implementación de campañas de comunicación para informar sobre los riesgos asociados a la migración irregular.
Preocupa que las personas que están pensando hacer esta travesía por la temible selva del Darién no estén al tanto de los peligros asociados a esta ruta, manifestó Giuseppe Loprete, Jefe del Centro Administrativo Global y Misión OIM Panamá.
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