Definitivamente que el mundo en tiempos de coronavirus cada día nos trae una noticia más impactante que la otra, lo que motiva a muchos a pensar que esto si que es fin de mundo.
Parecía un día común y corriente para el oficial Rick Morgan de la Patrulla de Autopistas del estado norteamericano de Utah, los vehículos iban y regresaban como era lo esperado sin nada fuera de lo normal. Hasta que unos minutos después el experimentado policía pudo visualizar a lo lejos una camioneta que era conducida de forma errática a una velocidad menor a la establecida para este tipo de carreteras, por lo que decide ir a su alcance y cuál no sería la sorpresa que se llevó el uniformado que de seguro quedará grabada en su memoria, en los registros del estado, el país y del mundo.
Tras aplicar los procedimientos de rutina que incluyen ordenar al conductor del vehículo detenerse y orillarse, a Morgan le llamó mucho la atención que mientras avanzaba tomando todas las medidas de seguridad hacia el sospechoso vehiculo no podía visualizar la cabeza del conductor. ¿Qué sería, un conductor de pequeño tamaño(enanismo) o sería un extraño caso de actividad paranormal? ni lo uno ni lo otro pero la sorpresa fue igual o mayor que si hubiesen sido estos casos.
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Sentado en el puesto del conductor del vehículo estaba un niño de apenas cinco años de edad. Tras hacer una pausa para asimilar lo que estaba viendo el oficial le preguntó al infante qué hacía en ese vehículo, el pequeño le reveló que se había escapado de casa tras discutir con su madre porque ella se había negado a comprarle un Lamborghini.
Según lo posteado en su cuenta de Twitter por la Policía de Carreteras Utah, tras la negativa de su madre de comprarle el costoso vehículo, él mismo tomó la decisión de ir a comprarlo por lo que aprovechó que su hermano estaba dormido tomó las llaves y agarró la camioneta familiar para ir rumbo al vecino estado de California a hacer la compra deseada. ¿Cómo la ven?
El niño logró conducir unos tres kilómetros desde su casa aunque no se detalló quién le enseñó a manejar al pequeño y cómo pudo llegar hacia la autopista sin que nadie en el camino visualizara que había algo extraño. ¿Qué hubiese pasado si el oficial Morgan no se lo hubiese encontrado en el camino? Es algo que muchos no quieren ni pensar, pero la moraleja de este asunto que por un poder divino no terminó en una tragedia es que hay que estar muy pendientes de lo que hacen los niños y no dejar a su alcance cosas que podrían a la postre ser un peligro para ellos.



