Vivir en el mar es quizás una bendición: puedes comer pescado fresco y al mismo tiempo disfrutar de hermosas playas. Más cuando se trata de Guna Yala.
Así mismo hay mucha ventaja, ya que puedes encontrarte con objetos que traen las olas producto del naufragio de alguna embarcación. Los moradores le dicen “seleginya” (seleguiña, se lee), ya que son productos (artificiales) que vienen del mar.
En esta semana que finaliza, por ejemplo, muchos gunas han encontrado termos coloridos que llegan a sus islas. Algunos han hallado hasta 100.
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Otros han hallado chancletas, muy necesarias en esta pandemia debido a que muchos productos se escasean, además de suéteres de marcas reconocidas, gorras, relojes, baldes y cuanta cosa pueda salir de la Zona Libre de Colón.
NAUFRAGIO
Al parecer son parte del cargamento de una embarcación llamada “Carmen I”, de bandera boliviana, que naufragó en aguas internacionales y cuyos tripulantes, 10 en total, aún no han sido localizados.
Dicha embarcación se dirigía hasta Guajira, Venezuela, tras salir del muelle 3 de Colón, Panamá. Por el momento se sabe que fue el día 21 de enero que perdió la comunicación con las autoridades colombianas.
Carmen 1, de bandera boliviana, salió de Colón hacia Guajira, Venezuela.Según RCN de Colombia, la Armada Colombiana pudo localizar la “radiobaliza de emergencia” (Emergency Position Indicating Radio Beacon, EPIRB, por sus siglas en inglés), que corresponde al número de identificación del sistema móvil marino del buque Carmen I.
“Este transmisor de radio, utilizado en situaciones de emergencia para la localización de un barco, avión o persona, consiste en un dispositivo que envía señales intermitentes con datos que permiten la ubicación durante la operación de búsqueda”, indica el reporte.
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Pero en esta ocasión la radiobaliza estaba flotando, por lo que no se sabe de la ubicación exacta del barco, ni de sus 10 tripulantes.
En Panamá, el Servicio Nacional Aeronaval (Senan) también ha participado en la búsqueda del barco y de sus tripulantes.
En tanto, en Guna Yala, los moradores de varias islas no duermen. Quedan mirando hacia el horizonte para ver si divisan algún objeto colorido que surque las olas y así lanzarse en su rescate.
Pero no todo es alegría, algunos pescadores se quejaron de que los policías que patrullan el área les han decomisado los termos, como lo ocurrido a unos moradores de Niadub.
