El Vaticano estableció como doctrina la apertura para que las personas gais y transexuales puedan ser parte de los sacramentos del bautismo y el matrimonio.
Esta posición de la Iglesia quedó expresa a través de una carta, suscrita por el papa Francisco, dirigida a un obispo brasileño que planteaba la inquietud, que determina en qué circunstancias esto puede ocurrir.
La misiva deja sentado que no hay barreras para que los integrantes de la comunidad LGBTQ puedan ser parte de los sacramentos tradicionales de la Iglesia, indicando salvedades.
“Un transexual -que también se haya sometido a tratamiento hormonal y cirugía de reasignación de sexo- puede recibir el bautismo en las mismas condiciones que un hombre. En el caso de niños o adolescentes con problemas de naturaleza transexual, si están bien preparados y dispuestos, pueden recibir el bautismo”.


