La décima etapa del Giro entre Lanciano y Tortoreto, de 177 kilómetros, llega tras la jornada de descanso con un recorrido ondulado, sin grandes dificultades, pero con un final interesante en un circuito con muros peligrosos cercanos a la meta, alguno con grandes desniveles propicios para los ataques.
La primera parte hasta Francavilla al Mare se desarrolla a lo largo de la costa del Adriático con algunos pasajes por la ciudad que requieren atención. Al separarse del mar, la carrera llegará a Chieti a través de varias subidas que culminan con el Muro del Tricalle, con un tramo durísimo al 18% que conduce a la capital de Teatino.
Vuelta junto al mar hasta Giulianova, donde después de unos kilómetros comienza el “circuito final” de unos 40 km salpicados de muros.
Giro de Italia 2020: Clasificación general tras la etapa 9. pic.twitter.com/IkSkvMWg2H
— ⚡Maza⚡ (@MazaCiclismo) October 11, 2020
El pelotón pasará por primera vez por Tortoreto para afrontar una dificultad considerable de 2,3 kms al 8,3 por ciento de desnivel medio. Luego las cosas se complican con la muy exigente subida de Colonnella, con rampas de hasta el 18 por ciento, seguido a poca distancia del muro de Controguerra, donde un tramo del 24 pude dejar clavado a más de uno.
Luego se pasa de nuevo por Tortoreto por otra vertiente, un ascenso de 1,8 kms con cuestas del 20 por ciento que desembocan en una cima a 10 kms de meta. Hasta la llegada el recorrido ya no presenta más castigo. Será en bajada con los últimos 7 kms llanos.
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Los esprinters sufrirán en los muros, por lo que es previsible que algún “rematador” se lleve esta décima etapa.
El portugués Joao Almeida defenderá la maglia rosa con 30 segundos de ventaja sobre el neerlandés Wilco Kelderman (Sunweb) y 39 respecto al español Pello Bilbao (Bahrain McLaren).
