Anthony Joshua acaba de recordarle al mundo por qué el boxeo de verdad no se compra con likes ni shows de YouTube. El gigante británico, de 36 años y casi dos metros de puro músculo, mandó a la lona a Jake Paul el viernes por la noche en el Kaseya Center de Miami, frente a miles de fanáticos y millones mirando en vivo por Netflix. Fue un nocaut en el sexto round que dejó al “problema” Paul con la mandíbula rota y el orgullo hecho trizas.
Joshua, nacido en Watford y ex medallista de oro olímpico, dominó de principio a fin al estadounidense de 28 años, que suele pelear en peso crucero pero se animó a subir de categoría. Paul resistió lo que pudo, pero los golpes del británico lo tumbaron varias veces hasta que una derecha demoledora lo mandó a dormir. “No fue mi noche perfecta”, admitió Joshua después, con esa humildad de campeón. “Quería cazarlo rápido, inmovilizarlo y hacerle daño. Tardé un poco, pero la derecha entró perfecta”.
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— Anthony Joshua (@anthonyjoshua) December 20, 2025
Con esta victoria, Joshua sube a 29-4 (con 25 nocauts), lavándose la cara tras el KO que le propinó su compatriota Daniel Dubois en Wembley en septiembre de 2024. Paul, que entró al boxeo pro hace solo cinco años como el rey de las redes, baja a 12-2 (7 KOs) y suma otra derrota dolorosa. Le fracturaron la mandíbula, y ahora enfrenta semanas de recuperación. Para los panameños, que idolatramos a Roberto Durán, esto es puro pedigrí: Joshua ha vencido a cracks como Wladimir Klitschko, Andy Ruiz Jr. y hasta Francis Ngannou, no a influencers.
El combate se armó de la noche a la mañana, después de que se cayera la pelea de Joshua contra Gervonta “Tank” Davis. Paul venía de ganarle a Mike Tyson y otros, pero contra un peso pesado de élite como Joshua, no dio el ancho. En Panamá, donde el boxeo es religión, esta paliza revive las ganas de ver más duelos así.



