Se gana, pero se sufre, costándole y mucho ante Nicaragua, cuando se pensaba que para la sele solo representaría un rival para “calentar motores” y no para exigirnos tanto, como ocurrió la noche del sábado en Penonomé.
Pasarle por encima era lo que muchos esperaban, frente a una selección que nos recuerda cuando Panamá daba sus primeros pasos y de eso hace treinta años. Pero nos equivocamos al demostrarnos los “pinoleros” que su crecimiento va más acelerado. Sin sus figuras estuvieron ganando (2-1) y en varios trayectos del partido y hasta jugando mejor.
Es cierto que Thomas no apostó desde el inicio por los jugadores que habitualmente conforman el “once titular”, y que para el segundo tiempo con más ganas que orden se pudo “maquillar” una mala presentación con la victoria y el doblete de Michael Murillo, que salió de la banca para salvar a la selección, luego el gol de Roderick Miller para el definitivo 3-2.
Nuestro D.T. lo debe tener muy claro que si aspira a grandes cosas en el Final Four y Copa Oro, la imagen dejada ante los “nicas” no se puede repetir; y que nos obliga a subir el nivel, sabiendo que este 15 de junio nos espera Canadá en semifinales.
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Jugadores, tenemos para mejorar y dejar atrás lo complicado de este juego de preparación, que para eso se hace, en busca de corregir en la llamada prueba, ensayo y error, donde el resultado quedará como una estadística más, al saber que el funcionamiento colectivo e individual fue lo que terminó preocupando.
Sin llamar a la tranquilidad, hay que recordar que ocho de los que enfrentaron a Nicaragua no estarán en Las Vegas, donde los más experimentados y consolidados en la era Christiansen tendrán que sacar esto adelante, caso Fidel, Murillo, Cummings, Andrade, Godoy, Carrasquilla, Bárcenas, Quintero, Ismael o Waterman. De ellos y otros más dependerá que la sele juegue mejor y no termine sufriendo, sobre todo con rivales de nivel inferior.
