Después de seis semanas de pausa, regresó el fútbol nacional y con él, la ilusión de un nuevo campeonato. La Liga Panameña de Fútbol vuelve a rodar con una pregunta que flota entre pasillos, canchas y redes sociales: ¿quién es el favorito para quedarse con la corona?
En el papel, Plaza Amador parte con ventaja. No solo son los campeones vigentes, sino que han reforzado su categoría. La resonada llegada de Eric Davis, quizás el fichaje más llamativo de la temporada, eleva aún más el techo del equipo. También se suma Richie Phillips, una pieza que aporta dinámica y oficio. Lo más importante: no pierden figuras clave y mantienen una sólida base de jóvenes que le permite a Mario Méndez soñar con un doblete. No es solo el más completo; es el que mejor supo reforzarse sin romper su estructura.
En contraste, el subcampeón San Francisco llega con incertidumbre. El proyecto deportivo que los llevó hasta la final sufrió cambios de timón y filosofía. Se fue Nilton Bernal y esto abre el debate si podrán mantener la dinámica que los llevó a jugar la última final. La presión de sumar un título tras 11 años de sequía pesa, y sin estabilidad, puede pesar aún más.
¿Y qué decir de Tauro? Siempre están. Los nuevos jugadores saben que no tienen tiempo de adaptación. Y con Kike García al mando —ya campeón en 2021— les da solidez. El ADN competitivo de la institución más laureada del país nunca puede descartarse. Tienen jerarquía y, sobre todo, memoria.
En el Caribe, el Árabe Unido sigue en su reconstrucción. Me agrada el discurso de Javier Ainstein, que busca reconectar al fanático colonense con el equipo. Pero mientras no vuelvan a jugar en casa, en el Armando Dely Valdés, será complicado retomar esa dinámica que los llevó a éxitos con Richard Parra o Jeringa Guzmán.
Y por supuesto, el CAI de La Chorrera, la dinastía moderna. Siete títulos en los últimos ocho años son una prueba irrefutable de que siempre están en la pelea. Bajo el mando de Franklin Narváez, el grupo mantiene su ambición intacta, aunque deberán distribuir esfuerzos entre el torneo local y la Copa Centroamericana, al igual que Plaza Amador y Sporting.
La mesa está servida. El fútbol volvió y los contendientes están listos. En la próxima entrega de Pateando la mesa hablaremos de la posible sorpresa del torneo, porque siempre la hay. Por ahora, el balón regresó… y con él, la pasión de muchos.