El lunes pasado, el Yankee Stadium fue testigo de un momento digno de película cuando el manager de los Yankees, Aaron Boone, fue expulsado del juego tras un aparente intercambio con un espectador. En la primera entrada del emocionante partido entre los Atléticos y los Yankees, el árbitro principal, Hunter Wendelstedt, tomó una drástica decisión luego de un supuesto comentario proveniente de un fanático.
Todo comenzó cuando el dominicano Esteury Ruiz, de los Atléticos, fue golpeado por un lanzamiento de Carlos Rodón. Boone, desde el dugout, pareció expresar su descontento hacia Wendelstedt, lo que desencadenó una rápida respuesta por parte del árbitro. La transmisión del YES Network captó el momento en que Wendelstedt le dijo a Boone que no toleraría sus gritos y que había hecho lo correcto al revisar la jugada.
Boone, visiblemente sorprendido, señaló hacia los asientos detrás del dugout, afirmando que no había pronunciado palabra alguna. Sin embargo, las cámaras revelaron que el comentario aparentemente vino de un espectador en primera fila.
Esta no es la primera vez que Boone enfrenta una expulsión esta temporada. El 10 de abril, también fue expulsado durante un juego contra los Marlins. ¿Estamos viendo una nueva tendencia en el béisbol, donde los fanáticos tienen un papel activo en el destino de los managers? Sin duda, este incidente ha generado un debate sobre los límites entre los espectadores y el juego mismo.