La Real Federación Española de Futbol (RFEF) ha multado al Barcelona con 300 euros por irregularidades cometidas en el traspaso de Antoine Griezmann desde Atlético de Madrid.
El comité de competición de la RFEF dictamina que el equipo catalán cometió un “infracción leve” del artículo 126 del código disciplinario durante las negociaciones con el atacante francés.
De esta forma, se descarta el cierre por un partido del Camp Nou, que era otra de las alternativas que había propuesto el juez instructor, Juantxo Landaberea, mientras que el comité también “declara la inexistencia de responsabilidad disciplinaria del jugador”.
Griezmann fichó por el Barcelona el 12 de julio después de que el club catalán depositara los 120 millones de euros que figuraban en su cláusula de rescisión desde el 1 de julio.
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El Atlético no pudo hacer nada para evitar la salida de su jugador pero denunció al Barca por haber negociado con el futbolista antes de esa fecha y reclamó el pago de 80 millones extra ya que la cláusula del futbolista antes del 1 de julio ascendía a 200 millones de euros.
El comité de competición entiende que el Barcelona mantuvo conversaciones con Griezmann mientras el futbolista tenía contrato con el Atlético pero no hay pruebas de que el francés firmase su contrato antes de desvincularse del equipo colchonero.
Así, según la resolución, el club catalán cometió una infracción al no informar al Atlético de que iba a negociar con Griezmann pero también deja claro que las negociaciones entre el Barca y el futbolista se produjeron después de que el francés anunciase públicamente que quería abandonar el club que dirige Diego Simeone.