El Barcelona rugió y lo hizo con fuerza. En una noche de locura futbolística en el Estadio Olímpico Lluís Companys, los azulgranas le dieron la vuelta a un partido que parecía perdido y dejaron a su eterno rival, el Real Madrid, con la moral por el suelo. El 4-3 final no solo fue un golpe en la mesa: fue una sentencia casi definitiva para LaLiga EA Sports.
El partido arrancó con el guion menos esperado. Antes del minuto 15, el Madrid ya ganaba 0-2. Los merengues se habían adueñado del balón, del ritmo y del marcador. Todo pintaba blanco. Pero el Barça no se rindió. Con paciencia y carácter, los de Hansi Flick comenzaron a ganar terreno, mientras el público empujaba desde las gradas.
La remontada fue una sinfonía de garra y fútbol. Cada gol azulgrana fue una puñalada a las aspiraciones del Madrid, que no supo frenar la furia culé. El 4-3 dejó a los de Ancelotti tocados, sin respuestas y con la liga casi escapada entre los dedos.
Con esta victoria, el Barça no solo se lleva tres puntos: toma aire de campeón, reafirma su dominio en la recta final del torneo y hunde a su clásico rival justo cuando más necesitaba reaccionar. Si había alguna duda, ya no la hay: LaLiga se tiñe de blaugrana.