El jugador del Liverpool F.C. falleció trágicamente la madrugada del 3 de julio en un accidente automovilístico ocurrido en Zamora, España, tan solo 11 días después de haberse casado con su pareja de toda la vida, Rute Cardoso.
Jota, de 28 años, viajaba junto a su hermano André Felipe, de 26 años, quien también perdió la vida en el accidente. Según los primeros reportes, el vehículo en el que se desplazaban iba a exceso de velocidad cuando una de las llantas reventó, lo que provocó que perdieran el control y volcaran. El coche se incendió de inmediato y los dos hermanos murieron en el lugar.
Apenas el pasado 22 de junio, el delantero portugués celebró su boda en la lujosa iglesia de Lapa, en Oporto, Portugal. Allí dio el “sí” a Rute, con quien mantenía una relación desde 2013, cuando se conocieron en la escuela. Ambos construyeron una familia con tres hijos pequeños: Denis (3 años), Duarte (1 año) y una bebé de solo 7 meses.
La boda, compartida por ambos en redes sociales, fue descrita por Rute como “mi sueño hecho realidad”, mientras que Jota comentó: “Sí, para siempre. Infinito”. Ahora, esas palabras resuenan con dolor entre familiares, amigos y fanáticos del fútbol en todo el mundo.
Diogo Jota vivía en Inglaterra desde 2017, cuando fue fichado por el Wolverhampton Wanderers. Posteriormente, firmó con el Liverpool F.C., club con el que se coronó campeón de la Premier League. También fue pieza clave en la Selección de Portugal, con la que ganó la UEFA Nations League.
El impacto por su muerte ha sido profundo en el ámbito deportivo. Clubes, compañeros de equipo y figuras del fútbol han expresado sus condolencias, recordando no solo su talento en la cancha, sino también su calidad humana.
Las autoridades españolas aún realizan las investigaciones del siniestro, mientras el mundo del deporte lamenta la partida inesperada de una estrella que vivía su mejor momento personal y profesional, y cuya historia de amor quedó marcada por una cruel ironía del destino.