El expresidente panameño fue visto en un paseo romántico mientras enfrenta una sentencia de 10 años de prisión por el caso New Business
Cuando parecía que el escándalo ya era cosa juzgada, Ricardo Martinelli (73 años) y La Pochi (48 años) reaparecieron desde Colombia, más románticos que nunca: besos en cámara, abrazos sin pena, piña colada en mano, paseo en yate y su inseparable Bruno meneando la cola. Por primera vez, Martinelli muestra públicamente una relación sentimental desde su matrimonio.
Las historias en Instagram no dejaron espacio para la duda: La Pochi publicó un video íntimo donde se la ve consintiendo al expresidente, abrazándolo, besándolo y hasta brindando con él frente al mar caribeño, ¿Será obra de la IA
Ricardo Martinelli, expresidente de Panamá condenado a 10 años y 8 meses de prisión por el caso New Business —un escándalo de corrupción y blanqueo de capitales— se encuentra en tierras colombianas, una reaparición que aunque fue celebrada por algunos de sus seguidores no deja de generar reacciones encontradas ante la situación judicial del exmandatario.

Martinelli, de 73 años, abandonó recientemente la embajada de Nicaragua en Panamá, donde se había refugiado tras recibir un salvoconducto que le permitió salir del país a pesar de su condena en firme. En lugar de mantenerse en perfil bajo o enfrentar su responsabilidad legal, optó por mostrarse abiertamente disfrutando de su nueva vida fuera del país.
No hay que olvidar que La Pochi fue quien encendió la mecha hace unas semanas, cuando denunció en sus historias que Martinelli se mostraba con otras mujeres, coqueteaba por Instagram y no la defendió cuando los medios la atacaban por ser su pareja. “Yo sí di la cara, él no fue caballero”, lanzó entonces con rabia y decepción.

Martinelli respondió con su ya famosa frase: “Estoy feliz sin ataduras emocionales”, y hasta soltó una indirecta con veneno: “Ellas haciendo billetes y yo comiéndome un cable”. Pero parece que el cable se enchufó de nuevo… porque ahora lo que hay es energía romántica y mucha, mucha exposición.
Además, Bruno también fue parte de esta reconciliación en Colombia. En las historias se le ve feliz con La Pochi, quien lo acaricia como toda una “madrastra oficial”. El peludo compañero se ha convertido en “un hijito” en esta relación llena de drama, sarcasmo y —ahora— besos y mar.

Algunos de los seguidores los felicitaron: “¡Qué vivan los novios!”, “Pochi! Me alegro que hayan arreglado las cosas”, “Mi pareja favorita”, y hasta “Felicidades Dios los bendiga”.

Otros criticaron que no le de el lugar a su aún esposa.
A sus 73 años, Martinelli demuestra que todavía tiene gasolina para el romance. Y La Pochi, a sus 48, le recuerda a Panamá que no se esconde. Que si van a estar juntos, será en yate, con trago en mano y perro incluido. Y que si alguna vez hubo lágrimas, ya se evaporaron con el sol colombiano.
Mientras tanto, el caso New Business —relacionado con la compra irregular del Grupo Epasa mediante fondos públicos— sigue siendo un recordatorio del daño institucional provocado durante su administración. La Corte Suprema de Justicia y el Ministerio Público confirmaron que el proceso concluyó con evidencias sólidas de lavado de dinero.
La reaparición romántica del exmandatario fuera del país, lejos de los tribunales y las cárceles panameñas, plantea una serie de interrogantes sobre el cumplimiento de la justicia y el uso político de los recursos internacionales para evadirla.