La cadena estadounidense ABC, propiedad de Disney, anunció la suspensión “indefinida” de su programa nocturno Jimmy Kimmel Live! luego de la controversia generada por un comentario del presentador sobre el asesinato de Charlie Kirk, joven líder del movimiento trumpista.
El caso estalló tras la reacción de Kimmel en su programa, donde criticó la forma en que seguidores de Donald Trump intentaban desvincular al presunto asesino —Tyler Robinson, de 22 años, procedente de un hogar mormón, republicano y amante de las armas— del entorno conservador. “Hemos tocado fondo con la pandilla MAGA intentando caracterizar a este chico como algo distinto a uno de ellos”, ironizó el cómico, antes de burlarse del propio Trump por minimizar públicamente la pérdida de Kirk y hablar en cambio de renovaciones en la Casa Blanca.
La reacción no tardó en llegar. Brendan Carr, presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) nombrado por Trump, exigió el despido inmediato de Kimmel y advirtió a ABC de posibles sanciones regulatorias. Paralelamente, la poderosa cadena Nexstar, dueña de 200 emisoras locales que alcanzan al 70% de la población estadounidense, anunció que dejaría de emitir el show por considerarlo “inaceptable”. Minutos después, ABC oficializó la cancelación.
Trump celebró la decisión en su red social Truth Social, calificando a Kimmel de “sin talento” y aprovechando para atacar a otros presentadores del late night como Jimmy Fallon y Seth Meyers. “Felicitaciones a ABC por tener el coraje de hacer lo que se debía hacer”, escribió el mandatario.
Jimmy Kimmel, de 57 años, llevaba más de dos décadas al frente de la franja nocturna de la cadena y había recibido en su set a grandes figuras de Hollywood y de la política estadounidense. Su salida se suma a la de Stephen Colbert en CBS, anunciada meses atrás, y refuerza la ofensiva del entorno trumpista contra los presentadores críticos con la Casa Blanca.



