La separación entre el cantante Alejandro Sanz y la actriz Candela Márquez no parece estar siendo amistosa, a pesar de los intensos sentimientos que ambos compartieron durante su relación. La noticia, confirmada ayer por ¡HOLA!, ha sorprendido a sus seguidores, quienes fueron testigos de cómo su romance pasaba de ser un cuento de amor apasionado a una serie de indirectas públicas.
Al principio, se rumoreaba que Candela había lanzado críticas veladas hacia el cantante a través de sus redes sociales. La situación se intensificó cuando Sanz respondió a través de un mensaje publicado en la madrugada del pasado día, en el que dejaba claro su descontento: “Yo no soy una perla, soy un océano”. Estas palabras, aunque no dirigidas explícitamente a la actriz, parecían aludir directamente a la canción “La Perla” de Rosalía, tema que Márquez había compartido, lo que desató las especulaciones de una guerra de indirectas entre ambos.
Candela, por su parte, no se quedó atrás. En sus publicaciones en Instagram, además de compartir fragmentos del videoclip de la canción de Rosalía, subió una imagen de ciervos, símbolo asociado con la infidelidad, lo que dejó entrever que se sentía agraviada por una traición dentro de la relación.
Tras la ruptura, Candela decidió alejarse de Madrid y viajar a Valencia para pasar las fiestas con su familia, un momento que parecía ser una oportunidad para la reflexión y el reencuentro con ella misma. En un tono melancólico, la actriz compartió con sus seguidores su felicidad por poder disfrutar de la Navidad junto a sus seres queridos, resaltando la importancia de la familia y la lealtad de los amigos verdaderos en estos momentos difíciles.
Aunque no se mencionan terceras personas en la ruptura, quienes conocen de cerca la relación aseguran que ambos se han visto envueltos en altibajos emocionales debido a sus personalidades intensas y pasionales. No es la primera vez que deciden separarse, pero en el pasado el amor fue más fuerte y lograron reconciliarse. Sin embargo, a pesar de las posibilidades de un regreso, la reconciliación hoy parece menos probable que nunca.



