¿Coincidencia o profecía? Justo cuando el mundo entero llora la partida del papa Francisco, una película basada en la novela del británico Robert Harris ha reavivado el misterio que ronda cada elección papal: ¿Cómo se elige al sucesor de Pedro?
“Cónclave”, dirigida por Edward Berger, no solo es ficción, sino una mirada intrigante y reveladora a lo que ocurre tras las puertas cerradas del Vaticano. El filme, protagonizado por Ralph Fiennes, muestra el momento exacto en que el mundo católico entra en suspenso: la muerte del Papa y el arranque del proceso para elegir a su sucesor.
La historia arranca justo con el fallecimiento del Pontífice y sigue al cardenal Lomeli, un hombre aparentemente común, que se ve envuelto en una serie de tensiones, alianzas secretas y traiciones clericales que se desarrollan mientras 118 cardenales se preparan para decidir quién será el nuevo líder espiritual de 1.300 millones de católicos.
Lo más escalofriante es el timing: la cinta se presentó pocos días antes del deceso real del papa Francisco, quien ya había designado a la mayoría de los cardenales que votarán en el próximo cónclave. La ficción y la realidad se entrelazan en un momento histórico para la Iglesia católica.
¿Qué revela la película? Aunque está basada en una novela de 2016, “Cónclave” pone en pantalla muchos de los elementos reales del protocolo del Vaticano: los días previos al funeral, las reuniones secretas del Colegio Cardenalicio y los intereses que mueven los hilos de poder dentro de la Santa Sede. Pero lo que más impacta es la existencia de un “secreto” que podría cambiarlo todo.
En medio del humo blanco y los votos escritos a mano, la cinta deja al descubierto una pregunta inquietante: ¿Qué pasaría si el nuevo papa tuviera un pasado que nadie puede aceptar?