La Dirección General de Ingresos (DGI) no baja la guardia frente a la evasión fiscal. Su director, Camilo Valdés, señaló que persiste una mala práctica entre los panameños: no pedir facturas, aceptar pagos en efectivo sin recibos o permitir que negocios evadan el cobro del ITBMS. “Es una cultura que tenemos que cambiar y darle un giro de 180 grados”, advirtió.
Valdés recalcó que la emisión de facturas y la presentación de declaraciones de renta no son un favor, sino una obligación ciudadana que garantiza transparencia y permite a los contribuyentes acceder a beneficios como créditos en instituciones financieras.
El funcionario fue consultado sobre la reciente estafa a la DGI por más de 11 millones de dólares, un caso que está bajo investigación del Ministerio Público. Aunque evitó dar detalles por disposición legal, no descartó que pudiera ser “la punta del iceberg”.
En medio de estas acciones de control, la institución impulsa la lotería fiscal, mecanismo que premia a quienes piden facturas. Valdés destacó que la primera edición superó los 42 mil sobres con facturas, reflejando entusiasmo ciudadano. La próxima será el 30 de octubre, y los buzones para depositar los sobres se cerrarán el 23 de octubre. Estos estarán disponibles en todas las oficinas de la DGI, administraciones provinciales y centros comerciales afiliados a APACECOM.
Sobre la gestión tributaria, el director subrayó que uno de los mayores retos es modernizar la DGI, que aún opera con estructuras desfasadas. Apostando por la tecnología, la entidad logró una recaudación de 4,020 millones de dólares en el primer semestre de 2025, la cifra más alta en cinco años para este mismo periodo. De ese total, 3,255 millones provinieron de impuestos, superando marcas anteriores aunque sin alcanzar la meta presupuestaria.
“El objetivo es seguir mejorando y reforzando la formalización de los contribuyentes”, recalcó Valdés, quien reiteró que cumplir con las normas fiscales no solo fortalece al país, sino también a cada emprendimiento y empresa.



