Eduardo Serrano, reconocido como uno de los galanes más queridos de la pantalla, murió en Miami a los 82 años, luego de enfrentar con entereza un cáncer de pulmón con metástasis.
La triste noticia fue confirmada por su hija, la actriz Magaly Serrano, a través de un mensaje en redes sociales. Apenas días atrás, la familia había revelado el diagnóstico y activado una campaña solidaria para cubrir los altos costos del tratamiento en Estados Unidos.
La respuesta fue inmediata: colegas, amigos y seguidores se volcaron en apoyo, dejando en claro la huella imborrable que el artista sembró en el corazón del público.
Serrano no solo será recordado por su elegancia y carisma en escena, sino también por su papel como referente de la cultura y la televisión. Su legado, marcado por décadas de actuaciones memorables, quedará vivo en la memoria colectiva de varias generaciones que lo vieron brillar en las tablas y en la pantalla.
Nacido el 30 de noviembre de 1942 en Caracas, Andrés Eduardo Serrano Acevedo, conocido artísticamente como Eduardo Serrano.
Descubrió su pasión por la actuación a los 14 años, abandonó sus estudios para debutar en el teatro universitario de la Universidad Central de Venezuela, donde trabajaba como telefonista.
Aunado a ello, su carrera despegó en la década de 1960, inicialmente en el doblaje de películas, prestando su voz a producciones internacionales junto a figuras como Bienvenido Roca y Frank Maneiro.
Pronto, se incorporó a RCTV, consolidándose como uno de los galanes más queridos de la televisión venezolana
Participó en más de 30 telenovelas, destacándose en producciones como Las Amazonas, La Heredera, El cuerpo del deseo, Juana la virgen, Dame chocolate y El rostro de la venganza.
En sus últimos años, retirado en Miami, incursionó en la literatura con el libro “Historias en blanco y negro” (2020).



