¿Recuerdan cuando Ricardo Martinelli no estaba asilado en Colombia, sino recibiendo rockstars? Sí, eso pasó. Fue el 19 de abril de 2011, cuando el Palacio de las Garzas se volvió, por un rato, más Black Sabbath que sede presidencial. Ese día, el mismísimo Ozzy Osbourne, leyenda del heavy metal y experto en morder murciélagos, fue recibido como todo un embajador del caos por el entonces presidente.
Martinelli, quien hoy tiene una condena de más de 10 años de prisión por blanqueo de capitales en el escandaloso caso “New Business”, parecía más groupie que mandatario cuando le entregó al ‘Príncipe de la Oscuridad’ un libro de historia de Panamá, quizás esperando que Ozzy lo usara como setlist o lo convirtiera en letra de alguna canción siniestra.
Ozzy, que redefinió el rock con su voz rasposa y su aura sobrenatural, se encontraba en Panamá como parte de su gira “Scream”, presentándose en el desaparecido Figali Convention Center. Además de su encuentro presidencial, paseó por el Casco Antiguo y se retrató con una de las garzas del palacio, aves que después serían reubicadas en el Parque Municipal Summit.
Años más tarde, en 2023, Ozzy compartió esas imágenes en su cuenta de X (antes Twitter), recordando aquella insólita visita que ahora, con su fallecimiento, adquiere tintes de nostalgia oscura.
Ozzy Osbourne ha muerto, pero su leyenda vive
Este martes 22 de julio de 2025, la familia Osbourne anunció el fallecimiento del vocalista a los 76 años, tras varios años luchando con problemas de salud. “Con una tristeza que no se puede expresar con palabras, informamos del fallecimiento de nuestro querido Ozzy Osbourne esta mañana. Estaba con su familia y rodeado de amor”, comunicaron.
Con su partida, se va toda una leyenda del heavy metal, el irreverente, excéntrico e inmortalizado líder de Black Sabbath, el mismo que fue arrestado por robo en su juventud, expulsado del colegio católico y que, en un episodio inmortal del rock, mordió la cabeza de un murciélago en pleno show (¡pensando que era de plástico!).
Ozzy tenía incluso un gen único que le permitía metabolizar drogas más rápido, lo que explicaría por qué sobrevivió décadas de excesos, gritos, giras y locuras... hasta hoy.
Dato loco de su vida
Ozzy una vez intentó asesinar a su esposa Sharon durante un blackout inducido por sustancias. Ella lo perdonó. ¿Puede Martinelli decir lo mismo del país?
Esta nota recuerda aquel excéntrico capítulo panameño en la vida del ‘Príncipe de las Tinieblas’, quien ya descansa en paz, pero cuyo legado sigue haciendo ruido... incluso en el Palacio de las Garzas.