Oscar D’León volvió a encender el cariño del público panameño con una conversación tan sabrosa como sus clásicos musicales. El cantante venezolano, cuya voz se escucha en buses, taxis, barberías y cualquier rincón donde haya rumba, confesó sentirse “orgulloso, feliz y honrado” por el amor que Panamá le demuestra cada vez que suena una de sus canciones.
Con la Navidad a la vuelta de la esquina, el artista recordó su colaboración con Rubén Blades para “Para Todos los Pueblos”, y no cerró la puerta a un reencuentro musical. Según contó, cada vez que se juntan, el intercambio de anécdotas, historias y chistes convierte la reunión en un festín creativo. Por eso, aunque no hay algo concreto, dejó claro que podría pasar.
Sobre posibles colaboraciones con otros panameños, el ícono de la salsa no mencionó nombres, pero sí dejó abierta la invitación a cualquier talento que quiera sumar sabor al ritmo que lo ha mantenido vigente por décadas.
El músico también habló de su rol como mensajero del amor y del desamor. Para él, conectar con la juventud representa un compromiso: seguir ofreciendo letras que la gente sienta como propias. Confesó que, aunque no es fanático de las baladas, cuando las trabaja lo hace con plena conciencia del estilo que lo identifica.
Su proceso creativo es igual de espontáneo que meticuloso. Parte de una frase sencilla, arma la introducción y va tejiendo el arreglo poco a poco, incluso pausando para dejar que la inspiración regrese cuando “se tranca el serrucho”. Así nacieron temas emblemáticos como “Llorará”, una canción que inicialmente estaba destinada a rellenar un disco y terminó convirtiéndose en su sello musical.
Para las madres que asistirán a su próximo show junto a Olga Tañón, el sonero promete una noche cargada de ritmo, entrega y la energía que siempre lo acompaña en cada escenario.



