Este viernes se conoció el fallecimiento del cantante de salsa y humorista panameño Sócrates Lazo Espinosa, quien deja un legado que forma parte de la memoria musical del país y que quedó registrado en al menos seis producciones discográficas.
Nacido el 8 de julio de 1943, Lazo creció entre los corregimientos de Juan Díaz y Pedregal, en la capital. Provenía de una familia profundamente ligada a la música: su padre, de origen nicaragüense, también fue cantante, al igual que su hermano Gabino Lazo Espinoza, con quien compartió desde joven la vocación artística.
Antes de dedicarse por completo a los escenarios, Sócrates enfrentó una juventud de trabajo duro. Tras abandonar la escuela, se desempeñó como chofer de un autobús propiedad de su padre, experiencia que él mismo recordó en una entrevista concedida en 2012 al melómano y autor Mario García Hudson, donde relató cómo la música terminó imponiéndose como su verdadero camino.

Su carrera artística comenzó formalmente en 1968, y con el paso de los años su voz se convirtió en referencia de la música popular panameña. El público lo recuerda especialmente por temas como “De qué vale este cariño”, “Soledad” y “Nostalgia”, canciones que se mantienen vigentes en el repertorio romántico y salsero del país.
Además de su faceta como cantante, Lazo desarrolló una reconocida trayectoria como humorista, logrando una conexión directa con el público a través de la música y el humor, dos expresiones que definieron su personalidad artística.
En 2016, el artista recibió un reconocimiento especial por su trayectoria musical, destacando su aporte al cancionero nacional y su influencia en varias generaciones. Su discografía incluye piezas como “Ruego al Señor”, “No te importe saber”, “Dilo de una vez”, “La vida es un sueño”, “Quémame los ojos” y “Tarde lo comprendo”, entre muchas otras.
La partida de Sócrates Lazo representa la despedida de una figura clave de la música popular panameña, cuyo legado continuará sonando en la memoria colectiva del país y en los hogares donde sus canciones acompañaron historias de amor, nostalgia y vida cotidiana.


