“Organizaciones y activistas pro Derechos Humanos observamos con preocupación la tendencia de algunas autoridades del Gobierno de la República de Panamá en desconocer los Derechos Humanos de las poblaciones tradicionalmente discriminadas como las mujeres, indígenas, afros, pobres y LGBTIQ+” dice parte de un comunicado difundido por el comunicador Franklyn Robinson luego de que la Ministra de Educación, Maruja Gorday, emitiera una “disculpa pública” por la publicación de imágenes de familias homoparentales en unas guías educativas dirigidas a adolescentes.
A esto lo consideran como un acto de descalificación, rechazo y repudio hacia la población LGBTIQ+ y que con eso se envía un lamentable mensaje: “la educación en Panamá no es un asunto neutral y no ve a todos por igual”.
Aquí el comunicado completo:
“Este acto demuestra lo que por años distintas organizaciones civiles han denunciado, que uno de los principales escenarios, donde un ser humano experimenta, por primera vez, la discriminación por orientación sexual y/o identidad/expresión de género es durante su formación”.
“Las entidades educativas son el foco de las múltiples quejas y denuncias que a diario se reciben por la conducta de docentes y administrativos que humillan y denigran a adolescentes lesbianas, gays y trans”.
“Desconocer la existencia de familias de la diversidad sexual por creencias religiosas distorsionadas por parte de autoridades gubernamentales no las harán desaparecer. Es más, Panamá, ha sido fundada y sostenida por más de doce tipos de familias no sólo por la que se presenta como la tradicional y “perfecta” de Padre, Madre e Hijos heterosexuales”.
“Para nadie es un secreto que hay familias donde la mujer se encarga sola de brindar el sustento económico, moral y educativo de sus hijos/as; o una abuela levanta con valentía y valores a toda la parentela; inclusive, en otras, una mujer trans se convierte en el eje familiar. Nadie habla de eso, convenientemente estas realidades no hacen ruido social así como tampoco lo hacen las familias donde el padre viola sistemáticamente a sus hijas e hijos, mientras la madre mantiene el secreto cómplice para no ‘destruir la INSTITUCIÓN DE LA FAMILIA'”.
“El comunicado emitido por la institución que dirige la señora Gorday de Villalobos, no solo extralimita sus funciones, sino que es una violación directa a los artículos 17, 87, 88, 89 y 90 de la Constitución Nacional. Su acción se aleja completamente de la función constitucional del Ministerio de Educación y desconoce la independencia de los órganos del Estado Panameño, pues no es función de esta entidad gubernamental esbozar criterios que actualmente son parte de un debate jurídico en la Corte Suprema de Justicia”.
“Rechazamos rotundamene que la presión de un sector de la sociedad y las pasiones criollas hayan generado una reacción no razonada que promueve aún más la división de la población panameña y a su vez desconoce los instrumentos legales internacionales que nuestro país reconoce en cuanto a la existencia de Derechos a todas las familias sin distinción alguna”.
“Tal parece que este Ministerio desconoce la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que en su artículo 16, protege el concepto de familia como un Derecho sin distinción por la orientación sexual o identidad/expresión de género de quienes la componen”.
“Finalmente, reiteramos de manera enérgica nuestra posición contraria al no reconocimiento de Derechos e instamos al Ministerio de Educación y a cualquier otra autoridad gubernamental a ser prudentes en sus actuaciones y mientras nuestra Corporación de Justicia, no se pronuncie en cuanto a la controversia relacionada al tema que hoy lamentablemente nos ocupa se abstenga de violentar con sus actuaciones los acuerdos nacionales e internacionales que garantizan los Derechos Humanos de todos y todas”.
“Las Familias Homoparentales han existido, existen y seguirán existiendo para construir una Nación donde realmente, NADIE SE QUEDE ATRÁS”.