La diputada Génesis Arjona y su esposo Abdul estuvieron por mucho tiempo tratando de tener un hijo a tal punto que ella se hizo tratamientos y nada, pero cuando menos se lo esperaba llegó su bendición.
¿Cómo cambió su vida?
”Totalmente. Ha sido un milagro porque desde los 22 años aproximadamente quería ser mamá. Este fue un momento de Dios y de él fue que llegó la curul y el bebé”.
¿Cómo se siente?
“Desde el primer mes he tenido todos los síntomas, vomito, desmayos y ahora como y me quedo dormida donde sea. Lo peor del caso es que estoy trabajando, es un doble rol. Con tantos síntomas no es fácil”.
¿Se desmayó por embarazo?
“Esa semana que recién me estaban entregando la curul yo hice un ayuno con Dios en agradecimiento porque no fue fácil, a mí me atacaron, la política es sucia y yo pensé que por allí venía el desmayo. Además siempre he sufrido de la presión baja, uno se automedica, pero al final me dice la tía Mayín usted está embarazada, y la experiencia mata tiempo, yo le dije que eso era imposible porque llevo años sin cuidarme y nunca me ha pasado nada y lo dudo, y dicho y hecho, a la semana siguiente me hice una prueba y la tía tenía razón”.
¿Le hace falta algo?
Solamente que el bebé llegue con salud, se lo pido a Dios y que nos de salud a los padres, a mi esposo, que es un hombre trabajador, viene de abajo y nació en San Miguelito al igual que yo y hoy es un empresario que estudió, yo también y en escuelas públicas y yo espero que mi hijo alcance ocho veces más”.
¿Algún nombre?
“Tenemos el segundo nombre, Abdul. El primer nombre lo escogerá el papá. Cuando sea niña se lo escojo yo”.
¿Quiere más?
“Quiero tener más, pero estando en la política es muy difícil, así que tenemos que analizar si tener los dos seguidos o esperar el proceso de estos cinco años. No es fácil, he trabajado todos estos meses con síntomas y hay que analizar. Yo no tengo nana ni quiero y sé que lo voy a tener que cuidar al 100% y no sé como voy hacer con el trabajo. Hasta el momento tengo el 100% de las asistencias, pero no sé si cuándo nazca voy a agarrar algunos días o no como me corresponde”.
Háblenos de su esposo
“Son diez años de todo un poco. Fuimos amigos mucho tiempo, socios, de repente lo miré con otros ojos y luego el tuvo un proyecto fuera del país y allí fue cuando entré en la tv. Hubo un momento que nos separamos, no fue por otra ni celos, pero para mí ese amor de distancia no va. Cuando regresó volvimos y me di cuenta que es la persona de mi vida. Me llegó con sorpresa del anillo (no me lo dio el 14 de febrero, sino mucho antes), los planes de matrimonio los teníamos para mucho antes, pero me chocó con política y lo pospusimos dos veces. Aún falta nuestra boda por la iglesia, queremos algo en la playa, pequeño y con nuestro bebé en mano”.
¿Expondrá al bebé a las redes?
“Con el bebé no lo hemos pensado. Me daré cuenta en su momento como madre, pero también tendría que consultar con el papá”.
¿Habla con las del ‘reality’?
“Con muy pocas. Me llevo con Carolina, más que una amiga es una hermana. Soy directa, franca y sin dos caras. Cuando yo salí del programa hubo burlas cuando entré a la política, ignoré todo eso y esas mismas personas cuando gané estaban pidiéndome favores. Yo no puedo ser hipócrita. No puedo generalizar tampoco, no todos son malos. Daluna también ha sido un amor, no se mete con nadie, me gusta la gente así y no que estén pendiente de tu vida para mal. Por esa razón prefiero no hablarles y estar en mi mundo tranquila”.
¿La compararon con Levy?
Muy triste porque generalizan. No la conozco, cada persona hace con su libro la historia que quiere y ese es el problema de los panameños, nosotros no damos la oportunidad y más las mujeres. Es muy importante enaltecer a las féminas en este rol donde la mayoría son hombres y no logramos llegar aquí porque entre nosotras mismas nos ponemos obstáculos. Hay que ayudarnos entre nosotras”.
¿Bonita e inteligente?
Tengo un millón de defectos. Todas las mujeres tenemos una belleza distinta, pero al final esto se va. Lo importante es el legado que le dejes al país. Me han dicho de todo y me he quedado callada y en estos cinco años no voy hablar, sino mi trabajo”.
¿Su huella?
Una huella donde las mujeres y la juventud demostremos que se puede hacer la diferencia, no es fácil porque soy oposición y es muy difícil ingresar un anteproyecto donde no vas a tener la mayoría de votos”.
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