El estreno de la serie “Chespirito: Sin querer queriendo”, basada en la vida de Roberto Gómez Bolaños, al parecer ha destapado una olla de grillos.
Y es que más allá de narrar la historia del icónico comediante, la producción ha desenterrado el polémico romance entre Chespirito y Florinda Meza, y también ha desenterrado algunos de los momentos más controversiales de la vida de su hijo, el productor Roberto Gómez Fernández.
Jessica Coch y Roberto Gómez Fernández protagonizaron una de las bodas más comentadas del espectáculo mexicano en 2010. El productor —hijo del legendario comediante Chespirito— y la actriz se juraron amor eterno en una ceremonia de ensueño en las playas de Acapulco, rodeados de familiares, amigos y figuras del entretenimiento.
Sin embargo, la magia no duró mucho. Apenas dos años después, en 2012, la pareja anunció su divorcio bajo el argumento de “diferencias personales”. Aunque en su momento ambos intentaron mantener los detalles en privado, con el paso del tiempo trascendieron rumores de que la ruptura no fue tan cordial como parecía.
Coch habló en una entrevista con el canal TLnovelas que, tras divorciarse de Gómez Fernández, él inició una relación con Krystell Padilla, su mejor amiga de años, incluso fue ella quien organizó la boda entre Coch y Gómez Fernández.
Según se conoció, Krystell Padilla pidió trabajar junto a Roberto Gómez Fernández mientras este aún estaba casado con la actriz. Jessica, confiando plenamente en ambas partes, aceptó sin imaginar lo que vendría después. Luego de la separación de Jessica y Roberto en 2012, Krystell comenzó a distanciarse de manera sospechosa. Poco después, la actriz de “Cuando me enamoro” recibió una llamada confirmando los rumores.
“Fue superdifícil para mí porque yo ya venía del divorcio y a los meses enterarme que los dos andaban, lloré lo que nunca en la vida. (...) Me daba miedo que alguien más me traicionara y no porque yo piense que me fueron infiel, sino que para mí sí era una tracción porque los novios de mis amigas son intocables”, comentó en entrevista.
Para Jessica, este hecho fue un golpe devastador que la sumió en “depresión y decepción”, según sus propias palabras.
