Ni todos los millones del mundo pudieron evitar el drama familiar. Jeff Bezos y Lauren Sánchez celebraron su fastuosa boda el pasado viernes 27 de junio en la isla de San Giorgio Maggiore, en Venecia, pero entre los glamorosos invitados hubo una ausencia que no pasó desapercibida: Michael Sánchez, hermano de la novia y cuñado del fundador de Amazon, no fue invitado. ¿La razón? Una “traición imperdonable”.
Según medios estadounidenses, Bezos aún guarda rencor por un episodio que lo sacudió hace unos años, cuando se filtraron mensajes privados que él intercambiaba con Lauren al inicio de su romance. En ese momento, Michael Sánchez fue señalado como el presunto responsable de entregar ese contenido a la prensa sensacionalista. Aunque él lo ha negado, el daño quedó hecho.
Todo comenzó en enero de 2019 cuando Bezzos anunció su divorcio de Mackenzie Scott, tras 25 años juntos y cuatro hijos en común. Y aunque en un principio pareció que se trataba de un divorcio amistoso, pronto saltó el nombre de una tercera en discordia: Lauren Sánchez.
Casualmente, o tal vez no, Sánchez también anunció su divorcio de Patrick Whitesell, representante de artistas y quien según se cuenta, fue el que presentó a Bezos y Lauren.
En febrero el fundador de Amazon denunció públicamente que fue víctima de un intento de extorsión por parte del tabloide National Enquirer. Según reveló el propio magnate, los chantajistas amenazaban con publicar fotos íntimas suyas si no accedía a detener una investigación sobre la cobertura que el medio había hecho sobre su vida personal. En un giro inesperado, Bezos optó por adelantarse y desactivar la amenaza con una audaz publicación en la que expuso los correos del chantaje y defendió su derecho a la privacidad, dejando en evidencia los métodos turbios empleados por sus adversarios y marcando un precedente sobre cómo enfrentar ataques mediáticos con transparencia.
Es aquí donde entra Michael Sánchez, a quien se acusó de filtrar mensajes de texto íntimos y posiblemente fotos a National Enquirer, por los que habría recibido alrededor de 200 mil dólares, una traición que a pesar de los años, Jeff Bezos no parece estar dispuesto a perdonar y que lo dejó sin invitación a la “boda del año”.