La calma del barrio Río Abajo, en Humacao, Puerto Rico, se vio sacudida el domingo por la noche tras registrarse dos tiroteos frente a la famosa “Casita”, la misma residencia que aparece en el videoclip Debí Tirar Más Fotos de Bad Bunny. Aunque no hubo heridos ni daños materiales, los disparos han encendido las alarmas en torno a un lugar que se convirtió en atracción turística y centro de una disputa legal contra el artista urbano.
El dueño de la vivienda, Ramón Carrasco, de 84 años, relató que estaba dentro de su hogar cuando escuchó gritos ofensivos desde un vehículo en movimiento y, de inmediato, detonaciones. “Alguien gritó palabras ofensivas y luego iniciaron los disparos”.

Mientras la Policía tomaba testimonios, un segundo carro se acercó y su ocupante volvió a lanzar insultos, mencionando de forma insistente el nombre de un cantante urbano. En el sitio se hallaron tres casquillos de bala calibre 9 mm, confirmó el agente José G. Pedraza del CIC de Humacao.
La residencia, pintada en salmón con detalles amarillos y una terraza amplia, alcanzó notoriedad tras convertirse en escenario central del videoclip de Bad Bunny a inicios de 2025. Desde entonces, turistas y fanáticos visitan a diario el lugar para tomarse fotos y grabar videos, algo que, según Carrasco, afecta su rutina y descanso.
Foto: EFE/Thais LlorcaPero la historia de la “Casita” no se limita al turismo. El inmueble fue replicado a tamaño real en los 30 conciertos de Bad Bunny en el Coliseo de Puerto Rico, lo que desató un pleito legal millonario. Carrasco presentó una demanda civil contra el reguetonero y las empresas Rimas Entertainment LLC, Move Concerts PR INC y A1 Productions LLC, reclamando al menos un millón de dólares por el uso no autorizado de su casa y por el daño emocional sufrido.
El documento judicial sostiene que el propietario, quien no sabe leer ni escribir, fue inducido a firmar en la pantalla de un celular sin que le explicaran el contenido. Asegura haber recibido apenas 5,200 dólares, mientras el video ya supera las 22 millones de reproducciones. Además, acusa al equipo de haber tomado medidas de la vivienda para construir la réplica usada en los conciertos.
Carrasco recordó que la casa fue levantada en los años 60 junto a su padre y hermano carpinteros, inspirada en el deseo de su esposa de regresar a Humacao. “Fue bloque a bloque. Eso coge tiempo”, dijo, recordando que la terraza y la hamaca colgante fueron parte esencial del diseño familiar.
Por ahora, ni Bad Bunny ni sus representantes han respondido. La investigación policial y la batalla legal siguen en curso, mientras la “Casita” permanece en el ojo del huracán cultural, turístico y judicial.


